martes, 7 de junio de 2011

Atrévete/cuento corto

ATREVETE

Por Mary Bermúdez

Está lloviendo, las calles ya están encharcadas mientras Edith camina, sorteando charcos a brincos, de pronto se percata de alguien va detrás de ella, mientras sigue avanzando cruza la acera zigzagueando una y otra vez a fin de percatarse si la siguen… después de andar 2 cuadras queda convencida de que efectivamente la están siguiendo.

-- ¡Dios, no debí salir! –piensa mientras siente en la garganta los latidos acelerados de su corazón.

Mientras más rápido camina, siente que él está más cerca, decide entonces dar vuelta en la primera calle disponible… en ese instante la luz se apaga, las piernas están a punto de traicionarla, con sus ojos ya nublados por lagrimas reprimidas busca en la oscuridad algún refugio. La sombra de su perseguidor se alarga y la llena de terror.
Toma aire con trabajo pero profundamente, de pronto en su mente pasan imágenes de su vida, se ve en una habitación más bien pequeña, con su hermanito a un lado, en la cama; su madre desenvuelve a la bebe recién nacida. Polo, que así se llama su hermano, comenta feliz al ver las delgadas y alargadas extremidades de la bebita.


--Mi hermanita esta priernuda, pero bien piernuda.-las risas retumban en su mente, no puede evitar sentirse feliz.


Así siguen desfilando los recuerdos, cortas imágenes que evocan su pasado : Su primer novio, su entrada al colegio de bachilleres, el día en que se salió de casa de sus padres, para volver años más tarde convertida en una licenciada, solo después de haber trabajado y estudiado, pasar hambre y soledad, contra todo lo que los demás esperarían. Recuerda también su primer embarazo y el segundo, una sonrisa tierna se marca en su rostro. Hasta entonces podía decirse que a pesar de los tropiezos, tenía una vida plena, exitosa, llena de amor.


Esa tarde había decidido salir a caminar pues sentía que la casa la ahogaba, la situación de momento le parecía angustiante, desde que su marido había perdido el trabajo parecía que el rumbo de su vida se hubiera perdido también, a pesar de toda su fuerza interior, sentía que estaba llegando al límite, ni había interés por innovar, por luchar, ya había hecho eso varios años por y para todos.


Ya se había planteado todas las interrogantes, todas las soluciones, se sentía más tranquila y de vuelta a casa comenzó la lluvia, lo que le recordó una tarde, años atrás, en que con su hermana; corría bajo la lluvia saltando sobre cada charco, salpicando agua a diestra y siniestra mientras se carcajeaban. --¡Como lo habían disfrutado!-recordó.


De pronto, sintió la lluvia más fuerte sobre su cara, recordó de pronto lo que es Amar lo que es, amar lo que se tiene y no lo que se quiere tener, también recordó la silueta que le seguía, sin saber cuánto tiempo había pasado sumida en sus recuerdos, suspiro de vuelta a la realidad…


Con los puños cerrados camino unos cuantos pasos más, sin más nada, sin un plan, ni razón, giro sobre sus talones, caminando decida hacia su perseguidor, quien al verla de detuvo por un momento, sorprendido, abrió los brazos y le dijo
--¡Edith! Soy Joaquín ¿me recuerdas, de la universidad?

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