jueves, 2 de junio de 2011

El Salvador, fin de la Luna de Miel.

El Salvador: El fin de la luna de miel
Juan José Dalton



Este 1 de junio se cumplieron dos años del histórico arribo de la izquierda salvadoreña a la presidencia del país, con Mauricio Funes, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), al frente.

La imagen de Funes a nivel internacional ha sido bien evaluada y se ha ubicado entre los tres primeros lugares de popularidad en el continente. Sin embargo, la crisis económica y la violencia a raíz de la delincuencia que abate a El Salvador, comienzan a hacer mella y merma la gestión del nuevo poder.

Hace dos años las esperanzas y las expectativas en el nuevo gobierno eran grandes, pero al parecer “la luna de miel ha terminado”. Los ideólogos del gobierno, como Alex Segovia, y el mismo Funes, piden “realismo”. La herencia catastrófica que dejó la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), con la imposición de sistemas de privilegios, además de la crisis económica internacional, impiden al actual gobierno un mejor desempeño.

Una encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP), de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA), es reveladora: realizada entre el 27 de abril y el 7 de mayo, a través de mil 262 entrevistas a adultos en todo el país y con un margen de error del 2.8%, el sondeo indica que Funes ha comenzado a padecer deterioro en su imagen.

De acuerdo con el estudio, la población califica a Funes con una nota de 6.16 (sobre una escala de 0 a 10). Es la menor nota que ha recibido en encuestas hechas por el IUDOP, desde la de agosto de 2009, cuando la calificación fue de 7.16.

La población le reconoce a Funes cambios positivos en su gestión, especialmente por las acciones de tipo social que consisten en ayuda con paquetes escolares y cuotas solidarias, así como pago de pensiones a ancianos en las zonas de extrema pobreza.

Pero estas acciones que están dentro del Programa de Apoyo Temporal al Ingreso (PATI) no abarcan a todos los municipios pobres del país. Se comenzó con 36 y en la actualidad ya suman 100, de las 262 municipalidades que existen en El Salvador. Benefician a más de 100 mil mujeres jefas de hogar y a jóvenes estudiantes de primaria y secundaria.

Las entregas de paquetes escolares y la atención médica integral en las comunidades, por ejemplo, en las zonas más apartadas y pobres de El Salvador, son acciones que no tienen precedentes. Igualmente la entrega de paquetes agrícolas, con semillas y abonos, según el gobierno de Funes.

Pero el gobierno actual ha tenido otros logros, como por ejemplo, en la independencia que ha tomado su política exterior respecto a Washington., aunque Funes considera a Estados Unidos como un aliado estratégico.

En cuanto a política medioambiental, El Salvador es uno de los países más vulnerables de Latinoamérica, por ello el actual gobierno ha puesto en marcha un plan nacional de prevención que contempla un amplio sistema de monitoreo de las lluvias, las mareas y los sismos, con lo que el sistema preventivo local estaría entre los más avanzados del continente.

La encuesta del IUDOP indica que los principales fracasos de Funes están concentrados en la situación económica, el alto costo de vida y el no combate a la delincuencia. Por ejemplo, el 62.4% asegura que la situación económica ha empeorado desde la llegada de Funes al poder, en junio de 2009. Asimismo, el 83.2% afirma que el costo de vida ha aumentado con el gobierno de Funes, el primer político de izquierda que llega al poder en la historia salvadoreña.

En tanto, los encuestados aseguran que las principales tareas que debe ejecutar Funes son combatir la delincuencia, mejorar la economía, controlar la canasta básica y crear empleos.

El gobierno de Funes ha sido también víctima de acosos por parte de los monopolios mediáticos existentes en El Salvador, especialmente en la prensa escrita (con dos periódicos dominantes) y la televisión local, que domina con tres canales nacionales. La prensa tradicional y conservadora está entrelazada con los grandes capitalistas que antes fueron la oligarquía terrateniente que dominaba política y económicamente a través de gobiernos dictatoriales.

El analista salvadoreño Luis González aseveró que la llegada al poder del FMLN en 2009 puso en “jaque” a los grandes capitales fuente a los cambios políticos, sociales y económicos que se están impulsando, aún aquellos que se están haciendo de manera moderada.

Una buena gama de editorialistas y comentaristas nacionales, así como los líderes de las gremiales empresariales critican a diario al gobierno por el alto costo de la vida y por su presunta incapacidad de hacerle frente a la criminalidad.

“Lo que ellos no pudieron hacer en 20 años, quieren que nosotros lo resolvamos en dos años”, se defiende Funes de los embates de la derecha, a la que culpa de la destrucción de la agricultura y de la industria, así como de las debilidades institucionales a causa del “neoliberalismo ortodoxo” que se impuso, que debilitó al máximo al Estado frente a la acción sin control del mercado.

Recientemente Funes explicaba en un municipio pobre las razones de la férrea oposición de la derecha a las acciones como el reparto de paquetes agrícolas. “Hoy los insumos que repartimos los hemos comprado a medianos y pequeños empresarios; antes el gobierno le compraba a un empresario monopólico”, decía y por ellos el enojo de quienes ya no tienen esos privilegios.

El Salvador es el segundo país, después de Honduras, con mayor tasa de homicidios en Latinoamérica. La tasa es de 69 homicidios por cada 100.000 habitantes, casi siete veces más de lo que la Organización Mundial para la Salud (OMS) reconoce como epidemia.

Muchas de las razones de esta criminalidad, según analistas locales como Oscar Fernández, quien fue fundador de la Policía Nacional Civil (PNC) –tras la firma de los acuerdos de paz en 1992-, están en las políticas represivas que se implementaron en El Salvador, Honduras y Guatemala, para el supuesto combate contra las pandillas juveniles, mismas que se han convertido en la actualidad en bandas criminales que le sirven a los narcotraficantes como sicarios, extorsionistas y vendedores de drogas al por menor.

Por otra parte, la encuesta del IUDOP, a dos años del gobierno de Funes, ubica al partido oficialista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), al frente en la intención de votos, con un 34%, seguido de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), con un 17,6%.

Es decir, el FMLN casi dobla en popularidad a ARENA, que en estos dos años sufrió una fractura, cuando 12 diputados de su fracción de 32 crearon un nuevo partido: Gran Alianza Nacional (GANA), que en varias de las últimas encuestas locales se ubica como tercera fuerza política y que en muchas ocasiones ha hecho alianzas con el FMLN para aprobar leyes y decretos del nuevo gobierno.

“La perspectiva del FMLN es continuar impulsando los cambios que El Salvador necesita. Consideramos que hemos avanzado, pero que aún falta mucho por hacer”, dijo a Apro la diputada y dirigente del FMLN, Norma Guevara.

Es de suponer que en las próximas elecciones de marzo de 2012 para diputados y alcaldes, el FMLN logre nuevamente una victoria que consolide sus posiciones y fortalezcan su estrategia de cambio en El Salvador.

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