viernes, 10 de junio de 2011

La cuerda de María Antonieta/cuento corto.

María Antonieta es la hija mayor de una familia prominente, y muy adinerada de su país. Como corresponde a los hijos de las familias de abolengo, el ser educados en los mejores colegios y con profesores que les dan clases particulares en sus hogares.

A la bella y graciosa María Antonieta, le tocó la fortuna de ser preparada para la vida con diversas actividades prácticas y artísticas, fue buena estudiante, pintaba acuarela, nadaba como sirena y tocaba el piano con dulzura.

Sus quince años los celebró en un castillo de Francia. Cuando terminó el bachillerato sus padres la enviaron a Europa a estudiar Historia del Arte.

Al volver a su país, sus padres le tenían preparado el encuentro con jóvenes prometedores, todos provenientes de las mejores familias, que en síntesis quiere decir hijos de familias de gente adinerada.

María Antonieta, eligió como se elige a esa edad, a Ricardo por su bello rostro y cuerpo atlético, aunque su familia era considerada por la sociedad como "ricos venidos a menos" .

Los padres de María Antonieta, verdaderamente archimillonarios, cedieron al capricho de su hija consentida. Aceptaron un matrimonio desigual en cuanto a fortunas familiares.

El matrimonio fue un acontecimiento nacional, que figuró en las páginas sociales de todos los periódicos y revistas importantes.

María Antonieta concibió a cuatro hijos hermosos y sanos.

Al morir los padres de María Antonieta la nombraron a ella heredera única.

Su amado marido, que seguía siendo un hombre guapo y coqueto, tenía una amante que no se molestaba en ocultar a su familia. María Antonieta no era capaz de pedirle el divorcio a su marido, su religión se lo impedía.

Ya que los hijos habían crecido y abandonado el hogar paterno, María Antonieta experimentó el síndrome del nido vacío, y se deprimió profundamente entrando en una aguda melancolía. Se desinteresó por su marido e hijos, por completo.

La consecuencia de todo ese malestar físico y emocional, fue la pérdida súbita de su enorme fortuna a manos de su marido y de sus hijos.

El argumento fue: no es apta para discernir nada por su propia cabeza, es una niña que hay que proteger.

El presente de María Antonieta es el siguiente: vive bien, tiene una habitación de lujo, amplios jardines, muchas cuidadoras y auxiliares a su disposición.

Pero no deja de ser patético el vivir en un siquiátrico de Estados Unidos. Y lo peor es que no está loca, pero fue la única manera de despojarla de sus bienes inmensos.

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