martes, 7 de junio de 2011

La vieira toxica en bodas y bautizos.

La vieira tóxica hace su agosto en bodas y bautizos
Su ingesta puede provocar daños irreversibles, pero no hay afectados


El aluvión de bodas y bautizos que reclaman vieiras en los menús elegidos ha dado alas a los mariscadores furtivos que se han lanzado estos días a cosechar en el fondo de la ría ferrolana para colocar en los restaurantes un producto ilegal y tóxico. Está afectado por una toxina que causa amnesia y solo se puede comercializar si antes ha pasado un control en las plantas autorizadas, saturadas estos días para atender tanta demanda. Solo hay dos, ambas en Pontevedra.


En 15 años, los mariscadores solo han capturado el bivalvo dos meses
La Operación Capacho contra la compraventa ilícita de vieira que la Guardia Civil desarrolla en A Coruña desde el pasado jueves afecta a cinco establecimientos y suma ya 14 imputados. Seis son mariscadores furtivos de la comarca ferrolana y los ocho restantes pertenecen al sector hostelero. En el listado que maneja el juzgado de Instrucción número tres de Ferrol figuran los propietarios de varios restaurantes y marisquerías de la provincia, un camarero, la cocinera y la encargada del Vilas de Santiago, muy popular entre los turistas.

Las analíticas efectuadas por la Xunta de Galicia a más de un millar de unidades decomisadas han confirmado niveles de toxina amnésica (ASP) por encima del límite legal.

La vieira crece en las rías de Vigo, Pontevedra y Arousa, pero el bivalvo se da particularmente bien en la ría ferrolana, una de las más pequeñas y ricas de Galicia, asegura Victoriano Urgorri, director de la Estación de Biología Marina de A Graña (Ferrol). Explica que las toxinas (amnésica, diarreica o paralizante) proceden de microalgas que las generan de forma natural. A menudo crecen más de la cuenta, posiblemente por la presencia de agentes contaminantes, e infectan el molusco con más o menos intensidad en función de otros factores como las corrientes y mareas. La toxina que produce amnesia (ASP) es la más común y su ingesta puede provocar vómitos, diarreas, daños neuronales irreversibles e incluso la muerte, en casos muy graves, según un contundente informe del Instituto de Medicina Legal de Galicia. En este caso no hay afectados.

En los últimos 15 años, los mariscadores de la cofradía ferrolana apenas han podido extraer vieira dos meses y las conchas pueblan el fondo de la ría como un campo de flores. "Son enormes porque llevan una década desovando y creciendo", apunta José Luis Estévez, patrón mayor de Ferrol.En muy contadas ocasiones se puede consumir fresca: se compra congelada y siempre eviscerada.

Durante las campañas de extracción, un centenar de mujeres se encargan de arrancar el hepatopáncreas, la glándula digestiva donde se concentran la mayor toxicidad, y depuran el músculo y las gónadas. La vieira se paga en torno a 1 euro o 1,5 la unidad, y multiplican por 10 o más su precio en el restaurante, asegura Estévez.

La Guardia Civil sigue aún la pista de otras partidas tóxicas vendidas en el mercado negro.

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