sábado, 11 de junio de 2011

México: 10 de junio no se olvida.

El DF, ciudad de libertades por el legado de hace 40 años: Ebrard
El jefe de Gobierno inaugura monumento en memoria de los caídos el 10 de junio de 1971

La ciudad de México recuerda y rinde tributo a todos los jóvenes que hace cuatro décadas enfrentaron un régimen autoritario y “nos legaron derechos y libertades que tenemos no sólo que sopesar y comprometernos a defender, porque costaron vidas, y que hacen que nuestra ciudad sea muy distinta hoy a lo que fue hace 40 años y muy distinta a muchas otras del país”, aseveró el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, al recordarse el 40 aniversario de la matanza del 10 de junio de 1971, en la Plaza Normal, a la entrada de la Escuela Normal Superior de Maestros.

Ante integrantes de su gabinete, diputados locales y federales, así como miembros de los comités del 68 y del 71, Ebrard Casaubon describió al Distrito Federal como una “ciudad de libertades y derechos, que quiere hacer su futuro así, respetando a todas y a todos: preferencia sexual, ideología, origen, forma de pensar, aspiraciones”.

Aseguró que “el país tiene otro rumbo y que el futuro del país no sea la violencia ni la desesperación, ese es el legado más importante, un legado de esperanza, de pensamiento crítico y de valor y por eso hoy la ciudad le rinde tributo, le reconoce y dice nuestra ciudad para siempre, 10 de junio no se olvida”.

Antes, al hacer uso de la palabra el secretario de Educación del DF, Mario Delgado, comparó: “hace 40 años el gobierno de esta ciudad y la Presidencia de la República persiguieron a los jóvenes y asesinaron a muchos en estas calles. Hoy el gobierno de izquierda en la ciudad los beca y contribuye a rescatar su futuro. Halcones nunca más”.

Recordó que los jóvenes del 68 y los del 71 advertían del agotamiento de un sistema autoritario que ahogaba libertades, y derechos, “que manipulaban la justicia a conveniencia y que seguían los rezagos de una escandalosa desigualdad social”.

La ceremonia se efectuó a un costado de la escultura que Sebastián realizó en tributo a las víctimas del halconazo, la cual fue develada por el jefe de Gobierno del DF.

Ahí, Jesús Martín del Campo habló de su hermano Edmundo. “Tenía 20 años, venía en el contingente de Economía. Allí cayó en esa esquina. Lo llevaron algunos compañeros en hombros a la vecindad de Tláloc número 2, donde falleció”.

Hoy, agrega, “el recuerdo de nuestros muertos nos hace llorar y nos hace temblar de coraje, pero no nos paraliza, nos impulsa a seguir luchando” y advierte que mientras no se castigue a los responsables como Luis Echeverría, “México seguirá siendo un territorio de impunidad”.

Antes, Sebastián explicó el significado de su obra, una columna de flores –combinación de nahui ollin, los cuatro movimientos, los cuatro rumbos del universo, según diferentes culturas prehispánicas– se levanta desde el centro de la “x”, con la que Benito Juárez remplazó la “j” para quitar lo afrancesado a México, y que descansa sobre una una cruz caída. “Es la sangre derramada para enaltecer la libertad”.

Asegura el rector de la UNAM que los jóvenes siguen siendo víctimas de la violencia


La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aseveró que los “lamentables hechos” ocurridos el 10 de junio de 1971 –cuando el grupo paramilitar Los Halcones asesinó a decenas de estudiantes que participaban en una marcha– ensombrecieron el entorno democrático del país. Agregó que la sociedad debe rechazar cualquier forma de autoritarismo.

De su lado, el rector de la casa de estudios, José Narro Robles, señaló que aun cuando hoy existen más libertades y un régimen democrático más consolidado, “las amenazas del autoritarismo (aún) se pueden hacer presentes”, por lo que la ciudadanía tiene la responsabilidad de recordar hechos como el llamado halconazo para decir no a cualquier tipo de práctica autoritaria.

Jesús Martín del Campo, Raúl Álvarez Garín, Mario Delgado y Marcelo Ebrard, durante la inauguración del monumento a las víctimas de la matanza del 10 de junio de 1971.

Tras asistir al acto cultural luctuoso que la casa de estudios organizó a cuatro décadas del halconazo, el rector advirtió que los jóvenes siguen siendo víctimas de la violencia, pues hoy son presa del crimen organizado, las adicciones y el desempleo.

En entrevista, indicó que aún hay muchos pendientes, principalmente con los jóvenes, que “no pueden seguir siendo víctimas de la ola de violencia, inseguridad e injusticia que vive el país. Los propios jóvenes son quienes caen muertos o los que matan a otros jóvenes. Todos, unos y otros son víctimas de esa condición que debemos rechazar”.

En tanto, en un comunicado, la UNAM expresó su posición por el 40 aniversario de la matanza del 10 de junio de 1971. Indicó que “la expresión de los jóvenes de entonces, como en 1968, se hizo escuchar en las calles y externó su anhelo por un México mejor. Hoy recordamos aquella movilización bajo la premisa de que no debe repetirse nunca más.”

La institución se manifestó en favor de consolidar una democracia participativa y de abrir paso a un desarrollo humano que disminuya la desigualdad y la pobreza, que contribuya a edificar una sociedad más justa y libre.

“Somos muchos los que estamos convencidos de que hoy como ayer, los problemas de la juventud sólo pueden resolverse por la vía de la educación y no con un horizonte en el que el signo sea la ausencia de oportunidades y expectativas.”

Exhortó a la sociedad a rechazar cualquier forma de autoritarismo, a robustecer el sistema de valores laicos, contribuir al fortalecimiento de la democracia y expresarse con fuerza frente a la injusticia.

“La atención a los jóvenes en México es una responsabilidad colectiva. La educación superior, la cultura y la ciencia son tres instrumentos para favorecer su desarrollo. La UNAM, como institución pública, reitera su compromiso con estas tareas, en este aniversario luctuoso de un acontecimiento que nunca debió de ocurrir.”

Durante el acto luctuoso por esos hechos, que se efectuó en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, los actores Mariana de Tavira y Bruno Bichir leyeron poemas de Efraín Huerta, Enrique González Rojo, Marco Antonio Montes de Oca y Roberto López Moreno, acompañados de música de cámara del cuarteto de cuerdas Humbolt.

Entre los versos leídos estuvo Del miedo y la compasión, de Huerta: “A las 5.30 del día diez/ fulguré como un elemental agonizante./ No veo el año ni el mes/ ni los secretos podridos/ ni los silencios rotos pero prolongados/ como los gusanos y las babosas./ Hoy debo repetir mi miedo/ la firma de mi pánico/ la verde costra de los desnudos pies/ sobre las calles ultrajadas./ Dulcemente a solas me miento la madre,/ porque yo sí procuré, procuro algo,/ canceroso procurador/ –hígado roto, riñones de cemento–,/ procurador de la miseria y de los muertos,/ muerto vivo, poeta funeral,/ nacido en junio, en junio muerto,/ testigo, testimonio,/ dolorido hasta los ascos,/ ardido por mis hijos y mis hermanos apaleados,/ asesinados./ Dios nos bendiga,/ diez, dieces de junio, dioses de siempre,/ y compadezcamos a Dios/ que tampoco vio nada”.

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