jueves, 2 de junio de 2011

Mi piedra de la suerte/cuento corto.

Mi piedra de la suerte

La encontré tirada en su cuarto;
sabía que la había recogido del río y que la pretendía usar para sanar a otras personas.

La había olvidado al partir y cuando me llamó comentándome que había olvidado esa pìedra
me dijo: es un regalo, no te separes de ella y de vez en cuando lávala en un río
para descargar la energía.

No importando tanto lo que me decía como que me pareció bonita, y como nos teníamos tanto cariño,
me la llevé al bolsillo del pantalón, donde comenzo mi dependencia.

Era algo así como tener un celular, si no estaba conmigo no me sentía segura.
Antes me reía de las personas que hacian estas cosas,
ahora estaba enganchada no sé si por cariño o si tenía
la seguridad que iba a ser beneficiada por esas cosas que ahora llaman energía.

Hace poco iba por el centro manejando
cuando ví a un tipo agresivo
asaltando a una señora

Saqué medio cuerpo del carro, tome la piedra y se la lancé
volviendo a meterme como un rayo
las piernas me temblaban
el tipo histérico comenzó a buscar al agresor,
dejando ir a la señora

Casi se me paraliza el corazón,
cuando por fin el semáforo se puso en verde
metí el acelerador y me fui en el camino contrario que tomó el asaltante.
Qué suerte!!! me pasaron dos cosas increíbles:
Defendí a la señora y no me atrapó el ladrón
ojalá alguien recoja la piedrita y se la lleve al bolsillo del pantalón,
yo ya no la necesito.

Por Paula Dufourq

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