martes, 20 de septiembre de 2011

¿Qué quieren las mujeres saudies?

Qué quieren las mujeres saudíes?
La mayoría de las mujeres saudíes están a favor de las leyes de segregación porque quieren protegerse de cualquier tipo de acoso


Últimamente se ha hablado mucho de Arabia Saudí, concretamente de sus mujeres, a raíz del movimiento Women2drive (mujeres al volante) en una red social. Esta iniciativa fue lanzada por Manal Al Sharif quien pretendía que las mujeres salieran a conducir el día 27 de junio en protesta contra la prohibición persistente. ¿Una persona que vive fuera del país ve de la misma manera las restricciones que un residente? ¿Cuáles son las barreras a las que se tienen que enfrentar y por qué cuesta tanto levantarlas? ¿Cuáles son las reivindicaciones de la mujer saudí?

Visto desde fuera, nadie envidia la vida de la mujer saudí. De la multitud de tópicos que existen, se pueden citar algunos: Las pueden casar con un hombre que no conocen de nada. Para viajar o para abrir un negocio necesitan el permiso de un mahram, un representante legal que a menudo corresponde al padre o al marido. Al fin y al cabo es como si la trataran como una menor de por vida.

Una barrera de peso en la libertad de movimiento de la mujer. En lo que se refiere a la vida profesional, en teoría no pueden trabajar en compañía de hombres ni de cara al público, excepto si éste es exclusivamente femenino. Por consecuencia, tienen prohibido el acceso a varios puestos de trabajo. Pero en la práctica, hospitales, administraciones, algunos grandes almacenes y muchas empresas se atreven a "mezclar" ambos géneros.

Cabe subrayar que la mayoría de las mujeres saudíes están a favor de las leyes de segregación porque quieren protegerse de las miradas del hombre y de cualquier tipo de acoso. Lo mismo pasa con la abaya, que sirve entre otras cosas de protección, escondiendo cualquier parte del cuerpo, además de ser una prueba de humildad.

Una mujer tampoco puede conducir sin que todo el país se revuelva y eso que el movimiento Women2drive no convenció a muchas de ellas para que cogieran el volante ese día. Manar el Sharif puso un vídeo de ella conduciendo en una red social. Fue arrestada poco tiempo después pero la tuvieron que soltar ya que tenía el consentimiento de su padre. Si la mujer no puede ir con desconocidos, ¿por qué puede subirse en taxis conducidos por hombres?

Sea para ir de compras, llevar a los niños al colegio o salir simplemente, no tienen otro remedio que llamar a un chofer. Es una de las contradicciones más visibles en esta sociedad: por un lado la teoría de la Shari'ah (ley que rige el país) y por otro lado, ¡la práctica! ¿Qué otra opción le queda a una mujer ante la falta casi absoluta de transporte público? En cambio, en algunos complejos y universidades (que realmente tienen tamaño de ciudad pequeña a veces) se les permiten conducir.

A las pocas mujeres que la policía detiene al volante, suele ser porque no llevan carnet de conducir. ¿Cuánto falta para que las leyes se agilicen a favor de las mujeres? ¿A qué se tiene miedo? Será a las millones de niñas que de aquí a poco serán mujeres con diplomas, cada vez más abiertas al mundo y que pedirán más libertades para desarrollarse en una sociedad que no la relegue siempre en segundo plano. Los dirigentes saben que son cambios inevitables; todas las sociedades han pasado por esta fase de liberación progresiva de la mujer; quizás dentro de 20 o 30 años, ¡pero llegará!

¿Cómo se vive desde dentro y de manera cotidiana estas situaciones? Una europea no puede hablar por una saudí ya que las experiencias que se llegan a vivir son sin duda diferentes. Sin embargo una puede opinar sobre lo que observa a diario en un país desde su punto de vista y su experiencia personal. Nada más llegar al país sorprende lo moderno que es, al menos las ciudades grandes si se compara con otros países árabes, culturalmente más "abiertos". Casi todos los bares o restaurantes tienen wi-fi gratis y muchas mujeres se citan allí, para trabajar, chatear... De hecho casi siempre tienen lo último en material electrónico.

Aunque esté prohibido por la Comisión de la Promoción de la Virtud y Represión del Vicio se ven chicos y chicas juntos tomando algo arriesgándose a que los arreste la mutawa (policía religiosa), ¡porque no son de la misma familia! Algunas saudíes se pueden permitir ciertas libertades: salir con amigos, fumar en un bar en compañía de amigos, quizás tener un novio, casarse con el hombre que eligió... ¿Será que poco a poco las familias están suavizando sus costumbres más conservadoras? ¿En cuántos países no occidentales se puede acceder libremente y tan fácilmente a internet y a casi todos los servicios de las redes sociales?

Las universidades del Reino, están repletas de estudiantes mujeres. Se calcula según la Unesco, que representan el 58% del total (El 18% de la población tiene entre 15 y 24 años). Sin embargo sólo consiguen un empleo el 16% de ellas. En las afueras de Riyadh, se está construyendo la Princess Norah University exclusivamente para mujeres. Podrá recibir hasta 50.000 estudiantes en un total de 8 millones de m2 con todos los servicios y hasta una red de metro propio. Esta universidad responde a la voluntad del Rey Abdullah, guardián de las dos Mezquitas Sagradas, de facilitarles el acceso a profesiones hasta ahora inaccesibles por culpa de la segregación de sexo como las ciencias en general. El Rey demuestra así su determinación en dar más "poder" a las mujeres en la sociedad actual, y en la del futuro, a pesar de los elementos más conservadores de su país.

Algunos obstáculos ya se están levantando sobre todo a nivel profesional. La saudización prevé la disminución drástica del número de trabajadores expatriados en el país para fomentar el empleo de saudís. En este programa no se olvida a la mujer; se quiere abrir más puestos de trabajo para ellas tanto en el sector privado como en el sector público. Lo demuestra una nueva página web Glowork.net que se dedica a ayudar a las mujeres en su búsqueda de trabajo. ¡Todo un logro en Arabia Saudí! La Cámara de Comercio también dispone de una oficina para mujeres de negocio. El sector público ya cuenta con mujeres entre sus funcionarios y cada año el Rey se encuentra obligado a crear más puestos para absorber a más diplomadas que en el caso contrario se quedarían en el paro. La Cámara de Jeddah rompió tabúes eligiendo a una mujer, Lama Soleiman, como vicepresidenta de la Cámara.

Es la primera mujer en ocupar este puesto. En Arabia, tampoco faltan las emprendedoras; algunas crean su propia empresa y se calcula que detienen 1,2 billones de dólares en el sector industrial. Están los ejemplos de Mariam Polding, que creó su propia revista Design Magazine y una línea de bisutería, de Sofana Rabea Dahlan que creó su propia empresa Tashkeil y pretende ayudar a jóvenes emprendedoras. Sofana también es una de las primeras abogadas del Reino y está muy implicada socialmente, a través de la UNAOC cuyo objetivo es acercar las culturas occidentales y la cultural de Oriente Medio en general.

La Shari'ah no impide el trabajo de la mujer y de hecho, poseen una riqueza considerable ya que se benefician directamente de la herencia que les corresponde. Es más el sistema tribal de la sociedad saudí que impone algunas normas e impide el papel activo de la mujer en la vida política y económica del país. ¿Quizás se teme a que al trabajar la mujer pierda su cultura islámica? De eso se trata, la sociedad saudí quiere mantener sus tradiciones y su cultura islámica y a la vez permitir algunos cambios inevitables.

Sin duda los esfuerzos hechos para dar poder a la mujer existen en Arabia Saudí aunque en occidente no se hable tanto de ello. Conducir, alcohol, discotecas... son otros los temas que preocupan a la juventud de este país, como por ejemplo encontrar un trabajo, poder comprarse una casa, una ley del divorcio más igualitaria, quitar por completo la obligación de tener un mahram... El gobierno escucha esos temas pero no quiere ir demasiado rápido. Sabe que los tiempos cambian y que es difícil hacerse el sordo hoy en día.

Dada la situación política en varios países árabes el Rey quiere demostrar que escucha y que actúa para que todos puedan tener una vida digna en su país. ¿Pero basta con regalar dos meses de sueldo a todos los empleados del sector público como hizo el Rey antes del verano? Veinte millones de saudís (aproximadamente), el 60% menores de 25 años, un PIB de 20.700 USD per cápita en el 2007, sin duda es una riqueza pero también puede ser una bomba de relojería.

De momento, las mujeres no tienen el peor papel si se compara con otros países o culturas de este mundo: disponen de su chofer, de sus domésticas, de un nivel educativo alto y tienen bastante tiempo libre y dinero para salir, ir de compras... No todas quieren trabajar, no todas quieren conducir... ¡Paciencia!

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