viernes, 16 de septiembre de 2011

Rajoy cena con empresarios.

Una cena para gustar a la audiencia
Rajoy trata de ganarse a los empresarios catalanes y madrileños en una cena en Barcelona


El domicilio del conde de Godó acogió anoche un ágape de los grandes empresarios catalanes y madrileños con Mariano Rajoy. En la cena, que se extendió de las 21.30 hasta medianoche, el líder del PP trató sobre todo de seducir a los patronos con un discurso económico centrado en su compromiso de llegar hasta el final con las reformas estructurales y de reducir el déficit público, según han coincidido a explicar fuentes conocedoras de ese encuentro.

Rajoy no pudo eludir, no obstante, que durante la cena los empresarios catalanes pusieran sobre mesa el debate de las relaciones Cataluña-España. En un tono tan conciliador como ambiguo, el líder del PP trató de tranquilizar a los asistentes y aseguró que, en caso de ganar las elecciones del 20-M su intención era la de mantener un diálogo fluido con el Gobierno de CiU.

La cena se daba bajo el marco del Foro Puente Aéreo, que reúne a la élite empresarial de Madrid y Barcelona. Además del anfitrión, al encuentro acudieron, entre otros, Isidro Fainé (La Caixa), Rodrigo Rato (Bankia), Josep Oliu (Banc Sabadell), Antoni Brufau (Repsol), Salvador Alemany (Abertis), Ángel Simón (Agbar), Javier Monzón (Indra). Antonio Vázquez (Iberia), Borja Prado (Endesa), Antonio Catalán (AC Hoteles) y José Manuel Lara (Planeta). También acudieron el presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, que llegó al domicilio del conde de Godó en un pequeño Smart, y el del Real Madrid y ACS, Florentino Pérez. También participó en el ágape el diputado de CiU Daniel Sánchez Llibre.

Las fuentes consultadas explicaron que, pese a la prudencia que viene mostrando el PP ante los comicios, Rajoy actuó como presidente in pectore, una condición que le fue correspondida por los empresarios. Según coincidieron estas fuentes, el discurso de Rajoy fue muy claro: prioridad total para “llevar hasta el final” las reformas estructurales, seguir reduciendo el déficit y trabajar para el crecimiento. Y además, les avanzó que si gobierna no recuperará el impuesto de patrimonio que ayer detalló la vicepresidenta Elena Salgado.

Con ese discurso, que agradó a los empresarios, Rajoy se procuró un ambiente distendido y cercano. “Desde un principio buscó gustar a su audiencia”, aseguraron esas fuentes. Y es que Rajoy debía recordar todavía el almuerzo que mantuvo con los empresarios catalanes en el Círculo Ecuestre en febrero de 2006. Entonces, un ambiente que le debía ser favorable se le tornó muy incómodo, puesto que se fue de Barcelona con una dura reprimenda de los patronos al considerar que su partido estaba creando un clima de crispación a raíz del Estatuto y por haber insinuado que el castellano estaba perseguido en Cataluña.

Ayer el clima era radicalmente distinto. En esta legislatura, Rajoy ha frecuentado la comunidad y se ha reunido en innumerables ocasiones con los empresarios catalanes, a los que ha regalado con un discurso que les agrada: austeridad, contención en los impuestos y reformas estructurales. Aun así, el debate del encaje de Cataluña en España volvió a aflorar ayer. Varios empresarios inquirieron al líder del PP sobre las relaciones que mantendría su gobierno con Cataluña, temerosos de que una mayoría absoluta de su formación supusiera el regreso de la tensión que tuvo el gobierno de José María Aznar con el Ejecutivo catalán en su segunda legislatura.

Además, le preguntaron sobre cuál sería la posición de su gobierno con la pretensión del presidente de la Generalitat, Artur Mas, de pactar un nuevo sistema de financiación para Cataluña con el próximo gobierno central. Ahí Rajoy tranquilizó a los empresarios, aunque pasó de puntillas sobre la cuestión del pacto fiscal que le plantea el Ejecutivo de CiU.

No hay comentarios:

Publicar un comentario