jueves, 12 de abril de 2012

Más feminidad y menos patriarcado.

El cambio del año 12 del siglo 21 ¡Más Feminidad y Unidad y menos patriarcado!
Por: Maite Sarrió
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No dudes jamás de la capacidad de un grupo de ciudadnxs conscientes y comprometidxs para cambiar el mundo. De hecho siempre ha sido así. Margaret Mead


Es por causalidad y no por casualidad que El País me ofrece la posibilidad, que agradezco, de visibilizar y compartir mi voz el 12 de abril de la primavera de 2012. La voz de una mujer. La voz de la feminidad. La voz de la diversidad... Tal vez mis palabras en un principio creen rechazo en algunos sectores. Sin embargo, es mi deseo y misión vital aportar claves que potencien felicidad en las personas e innovación, talento y sostenibilidad en el sistema socieconómico y las oganizaciones. Claves para transformar nuestras vidas a partir del empoderamiento personal y colectivo, es decir, a partir de la conexión con nuestro infinito potencial, nuestro propio poder. En cada post o entrada iré describiendo conceptos y ofreciendo aportes usando la actualidad para ilustrarlos. Gracias y felicidades por compartir conmigo este viaje de lo externo y macro a lo interno y micro. De lo social a lo personal, pues ahí se hallan todas las respuestas. En lo más íntimo...

El 2012 ha sido vaticinado por diferentes culturas como una fecha con grandes cambios para la humanidad. Un cambio de consciencia y vibración... Y la primavera es el momento del año en el que eclosiona con fuerza la vida. Cierto es. Desde los 60 “la era está pariendo un corazón”. Algo maravilloso está pasando... Las personas, desde su empoderamiento individual, están conectando con el amor y alejándose del miedo en pro de la libertad y la felicidad. Es éste un momento de convulsión social global, de primavera universal, materializada en España con la reciente huelga general del 29M y secundada en las calles de Valencia de forma masiva. Una huelga que va más allá de la reivindicación por la reforma laboral. Es el grito de la ciudadanía indignada ante un sistema desequilibrado, no inclusivo, insostenible y violento. Acción de empoderamiento colectivo potenciado por acontecimientos encadenados. Millones de personas se expresan en las calles del mundo y se organizan en grupos de acción ciudadana, en asambleas y barrios desde hace meses. La eclosión primaveral humana comenzó en los países y zonas más oprimidas, extendiéndose por la unidad e interconexión cuántica que somos y el efecto mariposa. Primavera griega y árabe seguida de la #Spanishrevolution del 15M. Después, Occupy Wall Street y el 15-O en 90 ciudades del mundo. La siguiente traca primaveral ha sido en nuestra querida Valencia (#PrimaveraValenciana), lugar en nuestro país donde el “eje del mal” y su opresión escampa a sus anchas.

Sí, seguimos despertando de un letargo ciego a la crisis que el sistema lleva ya décadas generando alrededor del mundo... El adormecimiento y manipulación de las masas funciona hasta que la satisfacción de las necesidades más básicas se ponen en peligro. Hasta que la violencia es ya tan evidente que insulta e indigna. Sin embargo, es necesario que abramos los ojos y realicemos una reflexión profunda sobre los motivos por los que hemos llegado a esta situación y sobre las claves para salir de ella. La queja y el grito indignado sin consciencia sobre la propia responsabilidad no sirve. Al “primer mundo”, al “desarrollado”, le está llegando el turno. Creer que el maltrato al planeta y al ecosistema, a otros países y personas (sobre todo mujeres y niñxs) y al propio "Yo" no tiene su “precio cuántico” es, desde el punto de vista filosófico, psicológico y científico, un fallo del sistema, un error del cálculo que tanto se adora en nuestro androcéntrico, omnipotente y etnocéntrico universo occidental... Inconsciencia patriarcal y capitalista. Así, en ese orden.

La realidad es producto de nuestro pensamiento. Lo externo es una creación y reflejo de lo interno. Son una unidad no separada. Quien observa y lo observado son uno. Eres lo que crees. Enfocas tu pensamiento y de entre infinitas posibilidades eliges y creas una, generando un impacto en cadena en todo el sistema. Lo que piensan millones de personas juntas se crea con una potencia de bomba atómica. Somos una red cósmica intercontectada. Lo que le sucede a una persona le sucede al resto. Por ello, las creencias son una clave fundamental para analizar la realidad actual, de la cual todas las personas somos responsables.

Comencemos por lo externo... ¿Qué realidad estamos creando de forma conjunta? ¿Qué realidad están creando nuestros estamentos políticos, económicos, jurídicos, sanitarios, educativos, etc.? La mirada global pone en evidencia que las relaciones con el planeta, entre países, personas, mujeres y hombres, y con nosotrxs mismos, son hirientes, dolorosas e insostenibles. Vivimos en un mundo cada vez más desigual y polarizado, en el que continúan aumentando las brechas de bienestar y disfrute efectivo de derechos que separan a unas personas de otras. A nivel local, la Comunidad Valenciana es uno de los grandes escaparates del sistema. Corrupción y burbuja económica, ostentación y despilfarro sin ética y por estética, por “tener” y “hacer” para aparentar “ser”. A nivel personal, más de lo mismo. Se obedece a ciegas a un poder al que le interesa que la mayoría de la población esté desempoderada, sintiéndose inferior y necesitada de determinados elementos externos a sí misma que consume para sentirse bien. Consumo que nos consume...

Y vayamos ahora a lo interno... ¿Cuál es el sistema de valores que crea y gobierna el mundo? Los análisis suelen arremeter únicamente contra el capitalismo neoliberal, pero se olvidan de la mirada de género. Un enfoque que aporta explicaciones muy válidas a la crisis actual. Es el patriarcado el sistema de creencias desde los que se construye desgraciadamente nuestra realidad. Es el régimen dictatorial bajo el cual vivimos sin que una gran mayoría se de cuenta. Con los siglos va cambiando su estilo político y económico (feudalismo, capitalismo...), pero su esencia es la misma. Se asienta en unas de las creencias occidentales que más daño ha causado a la humanidad: la idea de la dualidad y la separación entre todo lo existente, unida a la diferente valoración de la diversidad universal y humana.

Utiliza armas muy potentes para desempoderar a la población desde el control de las creencias y de la identidad de las personas a través de la educación, mediante el uso del miedo y la anulación del (auto)amor. En definitiva, violencia. Desde la violencia estructural, cultural y simbólica, limitando el desarrollo y la expresión del infinito potencial humano y su diversidad, a la sutil autoviolencia a la que nos sometemos para cumplir con el modelo de éxito de hombre o de mujer. Todo un cócktel aderezado de violencia directa, como la que sufrimos en nuestras carnes en las pasadas cargas policiales de Valencia. La agresión ejercida por el brazo del poder hacia la ciudadanía es un claro ejemplo de este paradigma que se aferra con uñas y dientes, extendiendo con furia sus garras y usando sus artimañas más arcaicas y tradicionales para mantener su statu quo.

Las relaciones humanas y las estructuras socio-económicas con sus leyes y normas (lo externo) son creados por las creencias (lo interno) de las personas que componen la sociedad. Es decir, todas las políticas públicas y privadas que se aplican en el mundo (incluidas la reciente reforma laboral y la ya anunciada reforma penal españolas) han sido generadas por las creencias de sus creadores, que son fundamentalmente hombres y algunas, muy pocas, mujeres. Seres también desempoderados aunque ostenten cargos de poder. Violentados desde el punto de vista de género (violencia de género para mí), porque se les ha prohibido la expresión de una mitad fundamental: la feminidad.


Personas que obedecen a la mente patriarcal también con miedo a no cumplir el modelo de éxito y por necesidad de amor (la necesidad básica de todo ser). Las mayoría, convencidos de estar realizando una labor justa y honorable como hicieron sus predecesores. Educados en la llamada "ética de la separación y el individualimso" para competir y ejercer el estilo de poder de dominio que siguen por incercia, algunos llegan a perder la "razón" llegando al delirio de la violencia y la codicia. La "razón" desde la cual se gestiona el mundo y se realizan los pactos. Una mente que opera fundamentalmente desde el lóbulo izquierdo que regenta lo masculino: sin corazón, sin emoción, sin sensibilidad, sin dulzura, sin empatía, sin cuidado a la vida, sin servicio a la comunidad... Lo femenino se reprime y discrimina en el mundo, y por ello, el desequilibrio generado por un exceso de masculinidad nos lleva a la guerra continua, a la pobreza de una gran mayoría, al tráfico de seres humanos y armas, al abuso fármacéutico, la agresividad cotidiana, a la destrucción del planeta...

¡Sí, el verdadero “eje del mal” es el patriarcado! Acabar con la crisis, la violencia y la desigualdad implica acabar con él, más que reformarlo que es lo que se esá haciendo. Pero ¿dónde está? ¿Con quién hemos de luchar? Obviamente las personas somos el patriarcado y en tanto que nos lo creemos, somos las encargadas de reproducirlo. Dejemos de seguirle el juego y ponerle la mesa. Reflexionemos sobre nuestro comportamiento cotidiano y nuestras creencias sobre lo que realmente necesitamos para ser felices. Sé consciente de tus valores y tus actos, de tu miedo a no cumplir con la norma establecida y desear ser lo que en realidad te violenta y violenta al mundo. Ahí radica nuestro verdadero poder político e influencia social. Porque lo personal es político “sé tú el cambio que quieres ver el mundo”, como dijo el sabio Ghandi.

El siglo 21, el año 12, el día 12... Suman 3, número sagrado para la metafísica y la mística que representa, además de la eclosión primaveral de energía, la Tríada de la Unidad. Ilustrada ésta con el triángulo, geometría sagrada que expresa en un tercer vértice la unión entre lo masculino y lo femenino. El ying y el yang sin separación, contenidos el uno en el otro. Y eso es lo que está pasando. La era está conectando con la energía femenina... Son muchas ya las voces que desde la economía, la política, la sanidad, la educación, la psicología, el coaching, etc. abogan por un cambio de paradigma más holístico y hacia la lógica positiva ganar/ganar en el que las personas, su diversidad y su talento sean cuidadas. Las personas vanguardia meditan y se cuidan más, crean escuelas libres, intercambian servicios y cooperan... Y esa lógca es femenina, es maternal... Conecta con ella, porque tú también eres mujer y madre. Y madre Tierra.

Islandia ha logrado con la autogestión y responsabilidad ciudadana superar la crisis, siendo uno de los países con las mayores cotas de igualdad y bienestar social, generadas por un elevado equilibrio de género y cuidado a la ciudadanía y su entorno. Aung San Suu Kyi, tras años de persecución es la presidenta de Birmania. Sí, en España y en Valencia también podemos. Hay que tener paciencia, pues las transformaciones requieren su tiempo. Sonríe porque cada pequeño acto de empoderamiento tiene su impacto. Tú, madre/padre, hija/o, estudiante, profesor/a, trabajador/a, parada/o, inmigrante, sin papeles, ama/o de casa, empresario/a, directivo/a, política/o... Si deseas dejar de creer en el modelo patriarcal, ser partícipe de la (auto)violencia y estar dominadx por el miedo, para en su lugar potenciar el (auto)amor y la libertad, bienvenidx a este blog.



Seguiremos la próxima semana destripando creencias y aportando claves de empoderamiento para la felicidad. Gracias y felicidades por abrir tu corazón a la escucha. Por poner en duda tus creencias. Gracias y felicidades por tu curiosidad y deseo de recordar que eres poder, lo cual, sin duda, transforma tu vida y, con ello, el mundo. Unamos lo que el sistema ha separado ¡Tu felicidad es la revolución!

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