jueves, 30 de agosto de 2012

Nueva Orleans resiste a Isaac.

Nueva Orleans resiste al paso de Isaac

Isaac pierde fuerza y vuelve a convertirse en tormenta tropical 19 horas después de tocar tierra

Miles de personas han abandonado la ciudad, que hace frente a fuertes vientos

Nueva Orleans ha resistido el paso de Isaac. El sistema de diques y compuertas valorado en 15.000 millones de dólares que se construyó tras la tragedia de Katrina hace siete años ha resistido a la lluvia y los fuertes vientos. “El sistema federal de diques funciona bien”, ha declarado el alcalde de Nueva Orleans, Mitchell Landrieu, a una radio local.
Según el Servicio Nacional Meteorológico, las copiosas lluvias que provoca Isaac, convertido de nuevo en tormenta tropical ya que sus vientos no superan los 120 kilómetros por hora, se mantendrán por varios días, lo que supondrá mayor presión sobre los diques.
Los mayores daños se han registrado en las afueras de la ciudad. Una barrera ha sido desbordada por el agua en el distrito de Plaquemines, al sur de Nueva Orleans, donde unas 3.000 personas han tenido que ser evacuadas. El muro no forma parte de la ingente obra de ingeniería llevada a cabo por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE UU para defender la ciudad de Nueva Orleans, la misma institución que  había construido el sistema de contención de agua que falló estrepitosamente en 2005 con el Katrina, dejando más de 1.800 muertos y cerca de 3.000 desaparecidos. Otros 3.000 residentes han tenido que abandonar sus casas por culpa de las inundaciones en la Parroquia de San Juan Bautista, al norte de Nueva Orleans.
Según el NHC, Isaac seguirá perdiendo fuerza este jueves mientras se desplaza lentamente hacia el norte, aunque el organismo ha advertido de que podrían producirse nuevas inundaciones. En las próximas horas podría convertirse incluso en depresión tropical (vientos inferiores a 63 kilómetros por hora). El movimiento lento pero poderoso del huracán Isaac se ha hecho sentir a lo largo de la costa estadounidense del golfo de México, amenazando con inundar también ciudades en Misisipi y Alabama además de Luisiana, con marejadas de hasta 3,7 metros.
Las fuertes ráfagas de viento han roto numerosas líneas eléctricas, dejando a más de 700.000 personas —unas 680.000 en Luisiana— sin electricidad en la zona afectada por Isaac, según el departamento estadounidense de Energía. La producción de petróleo en el Golfo está prácticamente paralizada y las operaciones en refinerías costeras y puertos se encuentran restringidas.
Un importante dispositivo de policías y guardias nacionales han patrullado las calles desiertas de Nueva Orleans. “Es una ciudad fantasma”, ha dicho un miembro de la Guardia Nacional. “Todo el mundo vio los saqueos durante el Katrina y nadie quiere que esto vuelva a ocurrir”, ha añadido.
La tormenta que se mueve a una velocidad de unos 10 kilómetros por hora, se hallaba esta mañana 110 kilómetros al oeste de Nueva Orleans, y 25 kilómetros al sur de Baton Rouge, capital del Estado de Luisiana, según el Centro Nacional de Huracanes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario