jueves, 31 de mayo de 2012

NY contra la obesidad.

Nueva York prohibirá la venta de refrescos de medio litro en restaurantes

El alcalde Michael Bloomberg propone una ley destinada a combatir el sobrepeso

Quedan excluidos los refrescos 'light' y aquellas bebidas preparadas con leche

Un batido proteínico. / Charles Krupa  (AP)
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Asumiendo una de las más drásticas medidas a su alcance para combatir el consumo de bebidas azucaradas y la obesidad, el alcalde de Nueva York, el independiente Michael Bloomberg, ha propuesto este jueves una norma que prohibirá la venta de refrescos de tamaño extragrande en restaurantes, cafeterías y otros establecimientos alimenticios de la mayor zona metropolitana de Estados Unidos.
"Creemos que tenemos la potestad legal de hacerlo. La obesidad es un problema que para nosotros también es local, y por eso nos enfrentamos a ella", ha dicho el alcalde en una comparecencia en la conferencia D: All Things Digital de Los Ángeles. "En su día, la prohibición de fumar en lugares públicos fue también muy polémica. Y no creo que ahora la gente quiera volver a aquellos días en los que tenía que respirar el humo de otras personas".
Según la propuesta de Bloomberg, los establecimientos públicos donde se sirvan comidas y bebidas para ser consumidas en el mismo local dejarán de servir refrescos de veinte onzas, que aproximadamente son 0,59 litros. Son productos muy populares en restaurantes de comida rápida como McDonald’s o Burger King. El tamaño máximo autorizado en esas tiendas será el de 16 onzas, o 0,47 litros.
La normativa solo afectará a aquellas bebidas que tengan un valor nutricional de 25 calorías o más por cada ocho onzas, ó 0,23 litros. No se aplicará tampoco sobre refrescos ‘light’ que no tengan valor calórico. Quedan excluidos, además, los productos que sean lácteos en un 50%, por lo que la cadena de café Starbucks podrá seguir sirviendo sus cafés de tamaño extragrande, que pueden alcanzar las 600 calorías. El máximo diario de consumo recomendado por los nutricionistas es de entre 1.500 y 2.000 calorías.
No se aplicará la ley sobre supermercados y tiendas similares que no sirvan comidas preparadas para consumir en el propio establecimiento. Aquellos que no cumplan la normativa, que entrará en vigor en marzo del año que viene, podrán recibir multas de 200 dólares, o 161 euros. Tras su entrada en vigor, el Gobierno local dará a los restaurantes un periodo de tres meses de gracia. La ley debe ser ratificada ahora por el Comité de Salud del Ejecutivo local, cuyos miembros han sido todos elegidos por el propio alcalde.
Hay refrescos que tienen un valor de 600 calorías. El consumo máximo diario que recomiendan los nutricionistas es de entre 1.500 y 2.000 calorías.
En 2007 el gobierno de Nueva York ya ordenó a las cadenas de restaurantes que publicaran el recuento de calorías de todos y cada uno de sus productos en sus menús. En 2009, la legislatura del Estado propuso un impuesto del 18% sobre bebidas azucaradas, que luego se abandonó. El Gobierno federal ha intentado forzar a las cadenas de comida rápida a que publiquen el valor calórico de la comida junto a los precios en todos sus restaurantes de EE UU.
Según el Gobierno local, que cita informes médicos, las bebidas azucaradas son una de las mayores causas de sobrepeso y obesidad. Un estudio de 2009 de la Universidad de California en Los Ángeles y el Centro para la Defensa de la Salud Pública de California, efectuado con 40.000 entrevistas, indica que los adultos que consumen al menos un refresco azucarado son un 27% más propensos a registrar sobrepeso.
Ya en 2006, el Gobierno local de Nueva York vetó el uso de las grasas hidrogenadas o trans en los menús de los restaurantes. Se trata de grasas sólidas que se obtienen de aceites vegetales y que son dañinas para el corazón, porque aumentan las concentraciones de colesterol LDL en aquellos que las consumen. Se las ha relacionado con la diabetes y la obesidad.

Evo Morales, hiperactivo.

Bolivia no está en campaña electoral, pero la actividad frenética del presidente Evo Morales, convertido en un viajero contumaz hasta el último rincón del país andino, parecería indicar lo contrario. La comitiva presidencial sale del Palacio Quemado de La Paz a toda velocidad, y los vehículos de seguridad inician una carrera desaforada por la carretera que asciende desde la capital hasta la ciudad de El Alto, a 4.000 metros de altura. El Falcon Dassault 900, de fabricación francesa, está preparado en el aeropuerto internacional paceño. A las 2 en punto el avión presidencial despega rumbo a la ciudad de Riberalta, en el Oriente boliviano. Viajan a bordo el jefe del Estado, Evo Morales, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, los jefes de las tres ramas militares y este periodista.
El presidente se acuesta en la parte posterior de la nave y el asistente de vuelo, solícito, le arropa con una manta. “Tiene que estar agotado, con el ritmo de locura que lleva”, comenta uno de los generales. Dejamos atrás la cordillera y el imponente Illimani, con la cresta blanca. El paisaje cambia rápidamente. El árido altiplano da paso a grandes extensiones preselváticas que se vuelven cada vez más tupidas. “Este país tiene todos los paisajes”, dice orgulloso el contralmirante Víctor Baldivieso. “Sólo le falta el mar”, me atrevo a insinuar. “Lo tendremos, lo tendremos, no le quepa duda”. El presidente despierta de la siesta poco antes del aterrizaje y se acomoda en su asiento. Viste pantalón vaquero, cazadora de alpaca y lleva dos teléfonos móviles en la mano.
El avión aterriza en Riberalta, donde el calor húmedo del trópico impregna el ambiente. La ciudad está a orillas del río Beni, en plena Amazonía boliviana. Entre un mar de motocicletas y miles de curiosos, la comitiva recorre el trayecto desde el aeropuerto hasta el mirador de La Costanera, que el presidente ha venido a inaugurar. Los aplausos y gritos “Viva el hermano Evo” contrastan con la hostilidad que recibió Evo Morales la primera vez que visitó Riberalta, durante la campaña electoral de 2005. En aquella ocasión los pobladores no dejaron aterrizar el avión. Pero obras son amores, y hoy el primer presidente indígena de Bolivia llega en plan papá Noel, para inaugurar una obra que pretende convertir a esta ciudad en la capital turística de la Amazonía boliviana.
El acto empieza con el himno nacional. Los generales hacen el saludo militar, a su lado el presidente escucha puño en alto. El ministro de la Presidencia pronuncia un discurso mitinero que levanta sonoros aplausos: “Se acabó la historia de enriquecer a los más ricos y empobrecer a los más pobres”. Cierra el acto el presidente, que entrega un cheque al alcalde para la construcción de un hospital, entre gritos de “Evo, Evo”.
El Falcon levanta vuelo para dirigirse a Trinidad, capital del departamento amazónico del Beni. En este trayecto sube al avión una belleza que acapara todas las miradas. La joven se llama Jessica Jordan, Miss Bolivia en 2006, y tiene ambiciones políticas. Fue candidata a gobernadora del Beni por el partido de Evo Morales y está dispuesta a repetir el intento. “Depende del presidente”, puntualiza.
En Trinidad, el gobernador lee ante un público fiel una larga lista de obras y proyectos en marcha: viviendas, escuelas, polideportivos, aulas para maestros, centro de salud… “Y esto no acaba aquí, compañeros. Hay más.” Después de un rosario interminable de loas a la obra del presidente, toma la palabra el primer mandatario. “Los pueblos indígenas somos la reserva moral de la dignidad”. Enumera los proyectos del programa Bolivia cambia, Evo cumple, “el programa Mi agua está siendo estudiado en todo el mundo”, dice, detalla el coste de cada una de las obras, en total 26 millones de bolivianos (unos tres millones de euros) para todo el departamento del Beni, y entrega un cheque al gobernador.
La jornada termina en la sede de la Asamblea Legislativa del Beni, donde el presidente se reúne con un grupo de diputados. El reloj marca las 23,30 cuando el avión levanta vuelo de regreso a La Paz. El cansancio hace mella en muchos rostros, no en el del presidente, que está como una rosa departiendo con su ministro. A las cinco de la mañana está convocada en palacio reunión del Gabinete, y dos horas después el presidente viajará de nuevo, esta vez a la ciudad de Sucre y al departamento de Chuquisaca. Así es el ritmo endiablado de Evo Morales. El ministro Quintana comenta que le acompaña en un 80% de los viajes.
No hay duda de su enorme resistencia. “A veces les digo a los ministros, ustedes son de chicolac, cerelac, alimentos procesados. Yo soy de mote, de mote de maíz, tostado, alimentos puros. Esta es la diferencia”, explicaba en una reciente entrevista. De niño, el presidente caminó mucho. “Iba desde Orinoca, mi pueblo natal, hasta la ciudad de Oruro, más de una semana de caminata en busca de comida. Recuerdo que en 1971 hubo una sequía tremenda, mi padre me sacó de la escuela, y tenía que ir con las llamas, de arriero, hasta Oruro y luego a Independencia, donde hay mucho maíz”.
“El presidente te puede llamar a cualquier hora, aunque sea domingo por la noche para preguntarte: ¿Qué temas tenemos este lunes? Si quiere hablar contigo te localiza, estés donde estés”, explica la periodista Amanda Dávila, ministra de Comunicación. Aparte de la estructura presidencial, tiene su propia red de informadores, de organizaciones sociales, con quienes habla a menudo por su teléfono móvil. El Consejo de Ministros se reúne todos los miércoles a las 6, las 5 o incluso las 4 de la mañana. Depende de la agenda del presidente. Es tremendamente puntual. “Si alguien llega después de él, se queda fuera. Ha ocurrido más de una vez,” comenta la ministra, cuyo teléfono saca humo. “Es una máquina, pocos pueden seguir su ritmo”.

Los estudiantes y su primavera.

El movimiento estudiantil mexicano se define contra el candidato Peña Nieto

La primera asamblea reúne a centenares de jóvenes en la Universidad Autónoma de México

Una estudiante con una caricatura del candidato del PRI, Peña Nieto. / REUTERS
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El movimiento de protesta #YoSoy132 ha vuelto este miércoles a sus orígenes, las facultades, para la primera asamblea general en la que han definido su postura política como apartidista, aunque claramente contraria a Enrique Peña Nieto, candidato del PRI y favorito en las encuestas para las presidenciales de México del próximo 1 de julio. La primera afirmación supone que, como movimiento, se niegan a ser “manipulados” por ninguna opción política. La segunda, que los activistas ahora deben elegir entre el voto útil (extraoficialmente se trata del candidato del PRD, Andrés Manuel López Obrador), la abstención o el voto masivo en blanco o nulo.
El movimiento, que el viernes pasado reunió a miles de jóvenes en el centro del Distrito Federal contra la manipulación informativa, nunca se había caracterizado por su simpatía hacia Peña Nieto: el germen de la protesta está en el abucheo de 131 alumnos de la Universidad Iberoamericana al candidato del PRI. Pero desde los inicios se percibía cierta división entre quienes querían convertir las manifestaciones en una protesta contra el PRI, e incluso a favor de otros candidatos (hubo también concentraciones a favor de López Obrador) y quienes preferían mantenerse al margen de las formaciones políticas.
La comunicación es complicada y a veces caótica, como sucedía con el 15-M en España. Finalmente no ha habido votación de todos los participantes, como algunos preveían, pero el movimiento ya tiene color político: las propuestas de este miércoles son resolutivas, explica Edgar Tafolla, uno de los coordinadores de comunicación. El próximo paso es llevar esas ideas a las asambleas locales, donde el propósito es difundirlas y enriquecerlas, subraya.
Desde las 12 de la mañana, portavoces de 54 universidades públicas y privadas de toda la República se concentraron en la explanada central de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Recuperaban así, con carteles, camisetas #YoSoy132 y folletos caseros, un símbolo de protestas estudiantiles. Así lo recuerda César Ruiz, de 25 años, que cursa Estudios Latinoamericanos en la misma UNAM y que se muestra ilusionado: “La última gran movilización de la UNAM fue la huelga de 1999. La única huella que hemos podido dejar hasta ahora los que crecimos entre el año 2000 y el 2012 fue en nuestra credencial electoral”.
Representantes de los indignados españoles tienen previsto reunirse con los estudiantes mexicanos este fin de semana
En 15 mesas de trabajo esparcidas a lo largo y lo ancho de una explanada inmensa, los jóvenes discutían la postura política del movimiento, pero también la situación de los medios de comunicación, el futuro de #YoSoy132 después de las elecciones y los posicionamientos en materia de Medio Ambiente o Cultura. Después, a partir de las seis de la tarde, los portavoces se sucedieron sobre un escenario haciendo continuos recordatorios de la represión de las protestas de Atenco, la situación de inseguridad de los gobiernos de Cherán o los feminicidios de Ciudad Juárez. Abundaron también las peticiones de juicio a Felipe Calderón por las muertes de esta guerra contra el narco, y las alusiones a movimientos extranjeros. De hecho, representantes de los indignados españoles (y de los estadounidenses de Occupy Wall Street) tienen previsto reunirse con los estudiantes mexicanos este mismo fin de semana. La coordinadora planifica otra marcha del #YoSoy132 para el próximo 5 de junio.
La duda, exactamente un mes antes de las elecciones presidenciales de México, es si las movilizaciones juveniles se traducirán en votos. En el caso del 15-M (un referente para muchos de los participantes, que también han visto como las protestas proliferan en la primavera árabe, Chile o EE UU) no fue así. La gran preocupación del #YoSoy132, por el momento, parece ser asegurar unas elecciones limpias. Para este jueves han anunciado una concentración ante el Instituto Federal Electoral (IFE) para exigir la retransmisión en vivo del debate a nivel nacional, una petición rechazada este mismo miércoles.

Hollande un hombre normal

Hollande, un hombre normal
Margo Glantz
R
egreso de París, donde permanecí tres semanas con un clima natural perturbado ¿o normal? Frío, viento, lluvia, un día asoleado, estival, y de nuevo, otra larga racha de frío, viento, lluvia; por fin, antes de regresar, tres días continuos de sol, mucha gente por las calles, los restoranes repletos, los parques, los camellones de los bulevares, los muelles del Sena de nuevo habitados por vagabundos, o los del Canal San Martín con parejas en el pasto –abundancia de pastos bien cuidados en la ciudad, verificación comparativa–, flores en profusión y muchísimos niños casi desnudos en sus poussettes. Me entra de repente una enorme nostalgia de mis años de estudiante en la Ciudad Luz, en la década del cincuenta del siglo pasado: antes me conmovían más sus monumentos, por ejemplo el Louvre y Notre Dame, estaban negros de tizne y parecían personajes de novela de folletín.
Salí para París justo el 6 de mayo, día en que se celebraron las elecciones francesas y nuestro desabrido debate nacional, exhibido en los televisores del aeropuerto, al que los viajeros no hacían demasiado caso. Llegué justo el día en que Francois Hollande triunfó; una semana después, el 15, se llevó a cabo la transmisión de poderes, cosa admirable sobre todo si se compara con el largo interregno al que nos someten en México desde julio hasta diciembre, periodo durante el cual nuestros políticos ejercen con mayor eficacia los mandatos del año de Hidalgo y el estado de derecho se vuelve aún más precario que de costumbre.
Leo la prensa, elijo el Nouvel Observateur, una revista de izquierda que empezó sus actividades de manera admirable hacia la década de los 50 y luego dirigida desde 1964 por Jean Daniel. Una fotografía muestra al presidente haciendo sus compras cotidianas en el supermercado cuando aún estaba en plena campaña, por lo que, además de otras cosas semejantes, ha sido rebautizado como el señor Normal. Y aunque haya quienes digan que fue un golpe publicitario, es difícil imaginarse a Josefina la diferente haciendo sus compras en Wal Mart y mucho menos a Peña Nieto en el mismo predicamento.
Se trata de honrar a la república, leo, mucho más grande, importante y sagrada que quien la representa: es decir, agrega Hollande, el Estado les pertenece a todos. En esta ceremonia de cambio de poderes el protocolo y los símbolos se atemperaron. Primero, la ceremonia habitual adecuada a los postulados republicanos, luego, un doble homenaje a Jules Ferry, el hombre que decretó la instrucción obligatoria y a Marie Curie, genio científico, quienes revolucionaron la vida cotidiana de los franceses y, por fin, un regreso al pueblo de París, con un discurso en la plaza del Ayuntamiento de la ciudad...
Sigo revisando la prensa, registro ahora una nota frívola, la publica la revista Elle, fundada justo después de la guerra en 1945 y dirigida por mujeres muy inteligentes como Francoise Giroud y sin embargo catalogada por algunos como una publicación sexista que manifiesta menor interés en los mecanismos que mantienen la desigualdad femenina para ocupar posiciones políticas que en la manera específica en que se vestirían cuando accediesen al poder; y aunque en el número de mayo que reviso se elogia el decreto de Hollande que promueve la paridad absoluta en sus ministerios, una parte importante del reportaje se dedica a describir los atuendos de las nuevas funcionarias y la sencilla aunque chic vestimenta de Carla Bruni antes de dejar el Eliseo. Otro dato subrayado en el artículo es la ausencia en el acto de Segolène Royal. la antigua pareja sentimental del presidente y sus cuatro hijos, quienes presenciaron la ceremonia en sus televisores; asimismo, la nota se detiene en la ahora primera dama Valérie Trierweiler, quien llevaba tacones altísimos para esa ocasión. Y en el encabezado se subrayan unas palabras de la nueva compañera del presidente: Segolène Royale era la mujer política, yo soy la mujer del político.

Los jóvenes mexicanos.

Los jóvenes
Elena Poniatowska
H
ace 50 años, un domingo, salí a Los Remedios con Mane, mi hijo, y el grabador Alberto Beltrán. En un momento dado subimos una pequeña colina. A Mane, de cinco años, le costaba trabajo y le tendí la mano. Déjalo, él tiene que hacerlo solo, me dijo Alberto Beltrán. En ese momento en que temía que mi hijo se desbarrancara, no lo entendí, pero ahora lo comprendo y lo agradezco. Esta pequeña historia viene a cuento por el movimiento de los jóvenes, iniciado en la Ibero el 11 de mayo con los abucheos, porras, gritos y silbidos en contra del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.
Este movimiento ha desatado la esperanza de los mexicanos y por eso mismo hay que cuidarlo y no aprovecharse de los muchachos, no usarlos, no apropiarse de lo que ellos supieron hacer solos sin ningún partido y sin ninguna figura tutelar. El movimiento #YoSoy132 ha tenido varias victorias: ser escuchados en todo el país sin que los reprima, que el segundo debate aparezca en cadena nacional y se cumpla el artículo 62 de la Ley Federal de Radio y Televisión, que se retiren las vallas para entrar a la Secretaría de Gobernación, que Televisa y Tv Azteca les den una respuesta, que Enrique Peña Nieto ya no quiera presentarse en ninguna universidad.
Los jóvenes han puesto las elecciones en la mirada del mundo. Ahora somos algo más que la noticia de la guerra contra las drogas. The Guardian, The New York Times, The Washington Post, etcétera se centran en los jóvenes de México.
La carta del rector de la Ibero, José Morales Orozco, estipula que protegerá a sus alumnos porque son libres e inteligentes.
En algunas conferencias so-lían preguntarme por la diferencia entre los muchachos del 68 y los actuales y respondía yo que los jóvenes son siempre iguales. Ahora han demostrado que es verdad, que están dispuestos como los del 68 a jugársela por México y que no necesitan que nadie les diga cómo.

miércoles, 30 de mayo de 2012

La opacidad de Bankia

Opacidad sobre Bankia

La dimisión del gobernador del Banco de España no debe evitar sus explicaciones en el Congreso

El Congreso de los Diputados tomó ayer dos decisiones equivocadas: bloqueó la posibilidad de que se cree una comisión de investigación para el caso Bankia y rechazó la comparecencia solicitada por el gobernador del Banco de España para explicarse, reduciéndola, en todo caso, a una subcomisión que habría de celebrarse a puerta cerrada en fecha indeterminada. Ambas decisiones fueron fruto de la mayoría popular en la mesa de la Cámara, aunque tampoco el PSOE dio un decidido paso adelante respecto a la comisión investigadora.

La renuncia de Fernández Ordóñez confirma a los socialistas en sus sospechas de que una investigación manejada por la mayoría popular ofrecería pocas garantías. Hay una tradición de problemas detrás de las comisiones de investigación parlamentaria. El PP puede temer las salpicaduras de una crisis bancaria donde han operado personajes muy caracterizados de este partido. A su vez, el PSOE se queda en el medio camino de solicitar comparecencias del gobernador del Banco de España y del presidente y expresidentes de Bankia y de sus entidades originarias, aunque no descarta pedir luego la comisión de investigación.
Sin embargo, un factor claro de desconfianza exterior hacia España se debe precisamente a la incertidumbre y opacidad de que hace gala un país que un día valora el déficit de 2011 en un 6% y meses más tarde corrige la cifra casi al 9%; un día informa de que el cuarto grupo bancario español gana dinero, y semanas más tarde, tras una atropellada nacionalización, confiesa haber perdido miles de millones; y que pretende hacer compatible todo eso con sonreír beatíficamente al saber que un exdirectivo de Bankia, procedente de Bancaja, se va a llevar 14 millones de indemnización en una caja que se ha quedado prácticamente sin patrimonio. Un país serio debe ser capaz de mirar de frente sus problemas. Lo hizo el Congreso de EE UU respecto a la crisis financiera de 2008: se buscaron explicaciones, se dieron y el resultado fue un informe exhaustivo y la mayor resolución a la hora de buscar salidas. El Parlamento español debería valorar ese camino para evitar que la crisis institucional sea el corolario del seísmo financiero y económico en que nos encontramos.
Tan clara es la necesidad de proporcionar explicaciones detalladas que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha adelantado en un mes su partida tras comprobar que el PP quería evitar la comparecencia a puerta abierta ante el Congreso que había solicitado. El Parlamento tiene el derecho y también la obligación de conocer si el responsable del Banco de España contaba con argumentos sobre la estrategia de fusiones y salidas a Bolsa, o si se equivocó en su gestión. En todo caso, un mero cambio de gobernador no devolverá como por ensalmo al Banco de España el prestigio cuestionado. No se trata de buscar un arreglo de cuentas entre viejos lobos de la política, decididos a lavar los trapos sucios entre altos cargos, como a veces pretenden presentarlo quienes se oponen a las comisiones, sino que está en juego la confianza en los órganos reguladores.
Una investigación parlamentaria no es un asunto que solo deba defender una formación minoritaria y arriesgada como IU. El Parlamento es la primera institución que debería tomar cartas en esta crisis, puesto que es el órgano elegido directamente por la ciudadanía y no una mera correa de transmisión de órdenes gubernamentales. Y eso exige el compromiso de las corrientes centrales de la política. Si se trata de cargarles a los españoles el coste de cubrir los "desfases" del grupo BFA-Bankia, no se les puede pedir que además lo hagan a ojos cerrados.

Trabajadores autónomos, el futuro.

Prepárese: en el futuro, todos autónomos

El ‘e-lancer’, trabajador independiente muy cualificado, modelo para próximas décadas

Los riesgos: fragmentación y aislamiento

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Los 'e-lancers' ofrecerán sus servicios por libre en Internet. / j. mind (GETTY)
¿Cuáles serán las profesiones más demandadas y más lucrativas en el futuro? ¿Qué trabajos nos ofrecerán más salidas dentro de dos décadas? Acuicultor, nanomédico, webgardeners, microemprendedores, policía medioambiental, narrowcastes, bioinformático… Hoy parecen palabras incomprensibles; mañana, las tendremos todo el día en los labios.
Vivimos tiempos veloces e imprevisibles, en los que los avances de la tecnología y los retrocesos de la historia lo transforman todo de forma continua y el presente ha cambiado tanto que el futuro tampoco es ya lo que era. ¿Cómo será la Tierra cuando Europa y Estados Unidos vivan a la sombra de Asia y los dólares o euros sean papel mojado frente al yen? ¿Qué sustituirá al petróleo y quiénes serán los jeques de las energías renovables? ¿Qué va a ocurrir cuando un avatar o un holograma nos represente y haga de nosotros en una reunión virtual celebrada por videoconferencia, o incluso en la oficina? ¿Qué consecuencias tendrán las migraciones masivas o el envejecimiento radical de la población? ¿Con qué armas nos enfrentaremos a la contaminación atmosférica?
Banquero de tiempo, acuicultor o bioinformático son algunos oficios
Aparte de a todo lo demás, esas dudas afectan también al mundo laboral, cuyo porvenir está lleno de preguntas para las que de momento no existen respuestas, sino solo apuestas: ¿cuáles serán las profesiones más importantes y más lucrativas dentro de una o dos décadas, cuando ya no sea tan lógico soñar con ser médico, abogado o ingeniero de telecomunicaciones?
Los analistas, que en este terreno son una mezcla de sociólogos y adivinos, pronostican que algunos oficios que hoy parecen simple ciencia-ficción, como los de fabricante de órganos humanos, acuicultor en plantaciones submarinas, banquero de tiempo, bioinformático, creador de identidades digitales o nanomédico, estarán el día de mañana entre los más codiciados y mejor pagados. Aunque todos ellos serán muy solitarios, porque lo que sí parece evidente es que para entonces la mayoría de los ciudadanos serán lo que ya se conoce como e-lancers, es decir, personas que ofrecerán sus servicios por libre y desde sus casas, conectados unos a otros y con sus clientes a través de Internet. En cualquier caso, parece obvio que ha llegado el momento de prepararse para lo desconocido.
El nanomédico
podrá ampliar
nuestra memoria
como la de un PC
Si uno se fija bien, sin embargo, los nombres exóticos de muchas de esas profesiones ocultan anhelos muy normales y, por encima de todos ellos, como es natural, el de la supervivencia, tanto biológica como económica, que por otra parte cada vez parecen más insolidariamente unidas: la buena salud es y será para los que pueden pagársela. Para demostrarlo, un estudio de la consultora Fast Future pronostica que entre las 20 profesiones que mejor se adaptarán a los avances científicos y tecnológicos que se avecinan de aquí al año 2030 están las de granjero farmacéutico —que se dedicará a cultivar plantas modificadas genéticamente para que tengan a la vez propiedades alimenticias y terapéuticas—, instructor para la tercera edad, geomicrobiólogo —cuyo fin será crear microorganismos que ayuden a eliminar la polución—, policía medioambiental —un agente de la ley que luchará contra los ladrones de nubes y controlará el lanzamiento de cohetes de yoduro de plata para provocar lluvias, algo que ya se hace en India y en China— y las ya mencionadas de nanomédico —una mezcla de doctor e informático que, entre otras cosas, nos podrá implantar microchips que aumenten nuestra memoria, igual que se hace con un ordenador— y fabricante de órganos, que será un reparador de la salud capaz de combinar cirugía plástica, mecánica robótica y clonación genética para remplazar las partes dañadas de nuestro cuerpo.
Pero todo cambio requiere personas dispuestas a organizarlo y por eso también estarán en primera línea los vendedores de talento, que buscarán a los profesionales mejor preparados y los colocarán en organizaciones de todo el planeta; o los gerentes del bienestar, encargados de la salud laboral en las empresas. En su libro Prepárate, el futuro del trabajo ya está aquí, recién publicado en España por Galaxia Gutenberg, Lynda Gratton da una serie de consejos sobre la dirección a seguir para tener un “futuro elaborado” en lugar de un “futuro por defecto”. En primer lugar, se trata de ver hacia dónde camina el mundo, cómo va a seguirle el paso a los nuevos gigantes que vienen de China, India y Brasil, y en qué medida nos van a afectar los cambios que se produzcan cuando la tecnología nos suplante, la globalización parta en dos la sociedad, los recursos energéticos se terminen y los cambios demográficos dejen sin sitio a parte de la población.
Grandes empresas
obtienen ya ventajas de
la descentralización
Otros problemas que ya sufrimos hoy, pero que se harán más grandes, son: la fragmentación, que dispersará cada vez más nuestras tareas, nos dejará sin tiempo y nos impedirá darle cohesión a nuestra vida; el aislamiento al que nos conducirá estar siempre conectados pero solo de forma virtual; la escasez de carburantes y la subida de sus precios, aunque en contrapartida se ahorrarán millones al trabajar desde casa y no tener que desplazarse; la exclusión de los pobres, que cada vez serán más y estarán a más distancia de las personas acomodadas, y la destrucción del ecosistema.
En ese último reto, cobrarán una enorme importancia los ingenieros de vehículos alternativos, que buscarán opciones ecosostenibles para el transporte, y los científicos especializados en la lucha contra el cambio climático. Podremos acogernos a la telepresencia en 3D para celebrar en una sola jornada laboral cuatro reuniones de negocios sucesivas en Tokio, Moscú, Río de Janeiro y Nueva Delhi; o comeremos frutas y verduras transgénicas, cultivadas por los agricultores verticales en las fachadas de los rascacielos o crecidas en los invernaderos espaciales que algunos arquitectos interplanetarios ya han diseñado para que sean construidos en la Luna y en Marte; pero nuestra lucha contra la enfermedad y la muerte será la misma.
Las redes concilian
la libertad con los beneficios
de una gran organización
Vamos a necesitar mucha determinación y un gran sentido de la libertad para defender nuestros derechos frente a ese futuro que parece muy selectivo, con muchas posibilidades para los técnicos y muy pocas para los obreros. Lynda Gratton, a través de lo que ella llama cocreación, y otros autores como el inventor del término e-lancer, Thomas W. Malone, en El futuro del trabajo, creen sin embargo que, si sabemos utilizar la tecnología para formar redes, alianzas de ocasión y corporaciones globales, “podríamos obtener los beneficios propios de las grandes organizaciones sin tener que renunciar a los de las más pequeñas, que son la libertad, la creatividad y la flexibilidad. Las grandes empresas se han dado cuenta de que la descentralización les beneficia. Intel, Microsoft o IBM se nutren de un complejo entramado de fabricantes de equipos, desarrolladores de programas informáticos y diferentes firmas de servicios que trabajan fuera de sus sedes comerciales. Y todas ellas han mejorado su rendimiento por ese sistema, y son más valoradas por los mercados”.
Consciente de que su apuesta dará lugar a una serie de interrogaciones inevitables sobre la desaparición de la justicia social y el intento de engañarnos llamándole independencia a la inseguridad, la profesora Gratton habla de los microemprendedores, que se benefician de la conectividad y forman ecosistemas de ideas con otros internautas, aunque no los relaciona con los famosos mini-jobs que tanto defienden consultoras como Hays, cuyo director general en España, Christopher Dottie, sostiene que la única salida posible de la crisis es “seguir el camino de Alemania, que con ese método mandó una poderosa señal a los mercados, la del descenso del paro, y así ha fortalecido su economía”. Malone redondea el argumento dando una solución estrambótica: “Las organizaciones descentralizadas le brindan a la gente mayor libertad y flexibilidad, pero ¿qué pasa con otras necesidades, como la seguridad financiera, la salud y la formación? Una vez que son independientes, ¿cómo puede tenerlas cubiertas? Muy fácil: volviendo a los gremios, que en la Edad Media servían para entrenar a los aprendices, buscarles una colocación, financiar sus estudios o hacerles un préstamo”. Uno no puede tomarse muy en serio ninguna propuesta que plantee reducir la capacidad adquisitiva de los ciudadanos e-lancers a aquello que puedan sacar eventualmente con sus minijobs o, directamente, regresar al siglo XV; pero el disparate deja muy claro que el nuevo reto al que nos enfrentamos es el de siempre: la desigualdad.
Algunos hablan de volver a los gremios para formar o dar financiación
En cualquier caso, parece evidente que el kilómetro cero del futuro está en la palabra tecnología y, por eso, según vaticinan el estudio sobre las profesiones del futuro encargado por el Gobierno británico a Fast Future y otros, hechos por la empresa Iberestudios o por las universidades de Oxford y Barcelona, se acercan buenos tiempos para los abogados virtuales y los controladores de datos-basura, que nos protegerán de los hackers mezclando el Derecho y la Ingeniería Informática; y para los desarrolladores de aplicaciones para teléfonos móviles, los webgardeners, que se encargan de actualizar los contenidos de la Red, y los ayudantes de networking, que serán mitad educadores sociales, mitad relaciones públicas con objeto de mejorar nuestra integración social en Internet; o, como consecuencia de todo eso, para los psicólogos a distancia, que tratarán las adicciones y síndromes que los internautas puedan contraer mientras navegan. También les irá bien a los telecomunicólogos, que serán quienes mantengan la interconexión masiva de computadoras en un mundo en el que prácticamente nadie carecerá de una; y, por supuesto, a los creadores de videojuegos. Todo lo cual vuelve a decirnos que en el fondo van a cambiar más las formas que los moldes: los intermediarios se llamarán gestores, y poco más.
Todo eso está cerca, pero aún no está aquí y, según otro estudio, llevado a cabo en esta ocasión por la firma Adecco Professional, los tres empleos más deseados hoy día en España siguen siendo, por este orden, los de comercial, administrador de grandes cuentas —los famosos key account managers— e ingeniero de telecomunicaciones. Nuestro país también necesita “ingenieros especializados en energías renovables, cuyos puestos de trabajo han aumentado un 235% en la última década; analistas financieros y médicos de familia, debido sobre todo al envejecimiento de la población, el más acusado del mundo, solo por detrás del de Japón”.
Los medios segmentarán
la información para
grupos específicos
Para terminar, diremos que hay malas perspectivas para los medios de comunicación, donde parece que la actividad con más futuro será la de narrowcaster, es decir, la de experto en segmentación informativa, un profesional que combinará el periodismo, la publicidad y las relaciones públicas para dar noticias a la carta, destinadas a grupos específicos de personas y adaptadas a sus intereses, teniendo en cuenta su nivel de vida, su religión, su estado civil, su lugar de residencia, etcétera. No parece que la palabra objetividad tenga sitio en ese proyecto con aires de plan de fuga.
El mundo cambia deprisa y el futuro, ese “espacio negro para muchos sueños, / espacio blanco para toda la nieve”, según lo describió el poeta Pablo Neruda, empieza a dejarse ver en el horizonte. Cuando estemos allí, tendremos todo el día en los labios esas palabras que ahora suenan tan extranjeras, acuicultor, nanomédico, webgardeners, microemprendedores, bioinformático… Y a los que puedan ser definidos con alguna de ellas parece que les va a ir muy bien. El futuro ya no es lo que era, como dijo Paul Valéry.

La comida mexicana, rica y variada.

Picosa pero sabrosa: diccionario básico de cocina para viajar por México

Por: Isidoro Merino
KATRINA ISIDORO MERINO
Playa de los Cerritos, Baja California (México). / Isidoro Merino
Acabo de regresar de México, un país donde la letra X tiene cuatro formas de pronunciarse (puede convertirse en una jota, en una ese, sonar como la antigua  che o como la equis que representa) y los chiles hasta 60 maneras diferentes de quemarte la lengua.
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Restaurante del hotel California en Todos Santos, Baja. / I. M.

En pocos lugares como en México el idioma español se muestra tan variado, mestizo y rico. Del encuentro entre el castellano y el náhuatl, la lengua de los aztecas, al primero se le han ido pegando palabras como aguacate, cacahuete (o cacahuate o maní), cacao, coyote o chicle. Otras, como chapulín (saltamontes), tianguis (mercadillo), tlapalería (ferretería) o molcajete (un mortero de piedra usado para moler el maíz), solo se escuchan en México y, en menor medida, en algunas ciudades de Estados Unidos.
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Chiles Jalapeños. / Wikimedia

La diversidad lingüística de México también se ve reflejada en su cocina, que va mucho más allá de las fajitas, nachos y enchiladas. Basta con abrir la carta de un restaurante para encontrar platos de nombres tan enigmáticos como pozole (sopa de maíz, carne y chile), bocoles (tortillas gruesas rellenas), jitomate (tomate), porros salvajes (¿?), chilpachole (sopa de mariscos), tlacoyos (tortilla de maíz y frijoles, rellena), caldo tlalpeño (sopa de verduras, chile chipotle y pollo), cochinita pibil (carne de cerdo adobada), tacos de nopal (una especie de chumbera), mole poblano (salsa espesa con cacao y otros ingredientes), huitlacoche (hongo negro parásito del maíz), chapulines (saltamontes), huachinango (pez de color rojo, parecido a la dorada, que se suele emplear en los cebiches/ ceviches), michelada con clamato (cerveza con zumo de tomate y salsa de almeja) o chilaquiles (una especie de nachos con frijoles y salsa que se suelen tomar durante el desayuno).
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Demostración de cocina mexicana en el hotel Palmilla, Los Cabos, Mx. / I. M.

Un vocabulario mestizo que refleja la complejidad de la cocina mexicana, reconocida por la UNESCO como patrimonio mundial por sus "prácticas rituales, conocimientos antiguos, técnicas culinarias y costumbres ancestrales".  En una de sus recetas más famosas, el mole poblano,  intervienen cerca de un centenar de ingredientes, con el cacao como protagonista, y requiere de una difícil preparación que puede llevar hasta cuatro horas.
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Chile amashito o piquín, uno de los más picosos. / Wikimedia

El chile, bien en forma de salsa o como parte del plato, es quizá el elemento más famoso de la gastronomía azteca, principal responsable de su “diabólica” fama. Existen más de 60 variedades, no todas picantes. El grado de intensidad viene determinado por la concentración de capsaicina (debajo se puede ver su molécula), el componente activo que hace que sudemos y se nos duerma la lengua.
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Hasta existe un baremo, la escala Scoville,  que permite calibrar su intensidad, como los terremotos.
Chiles mexicanos
El grado 1 de esta peculiar escala de Richter lo ocuparía el chile morrón, similar a los pimientos rojos y verdes de España. El grado 10, el chile habanero, "picoso, pero muy sabroso".
¿Pica tanto como dicen la comida mexicana? Depende. Para alguien que no soporta los pimientos de Padrón o las patatas bravas, sí. Yo la encuentro deliciosa, y las salsas y chiles más fuertes se suelen servir aparte, para que cada cual aliñe el plato a su gusto.

Solapan quiebra de Bankia

Se profundiza la crisis
El gobierno español solapa la quiebra financiera de Bankia
Rajoy y el PP frenan en el Parlamento la integración de una comisión investigadora
Renuncia el gobernador del Banco de España
El mercado bursátil sigue en picada
Se mantiene en 511 puntos la prima de riesgo
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 30 de mayo de 2012, p. 2
Madrid, 29 de mayo. El Ejecutivo español, encabezado por el conservador Mariano Rajoy, se niega a formar una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados sobre la quiebra de Bankia, la entidad financiera española que solicitó un rescate público de 23 mil 500 millones de euros.
Rajoy y el derechista Partido Popular (PP) aplicaron su mayoría absoluta para bloquear tanto la indagación parlamentaria como la comparecencia del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez –a petición del propio funcionario– quien, tras reunirse con el mandatario, decidió presentar su dimisión, que se hará efectiva a partir del próximo 11 de junio.
Estas turbulencias políticas y financieras atizaron la debacle en el mercado bursátil de los principales bancos españoles, de la petrolera Repsol y de la espiral de degradación de la prima de riesgo de la deuda pública, que se volvió a situar arriba de los 500 puntos.
Bankia (antes Caja Madrid) está en quiebra, por lo cual los directivos solicitaron al Fondo de Estructuración Ordenada Bancaria (FROB, alimentado con dinero público procedente de España y Europa) un fondo de rescate de 23 mil 500 millones de euros en total, si se suman los 4 mil 500 que recibió en diciembre pasado y los 19 mil que está por recibir por conducto del gobierno de Mariano Rajoy. Es el mayor rescate a una entidad financiera en la historia de España y, por el momento, también de Europa desde la irrupción de la crisis en 2008.
La gravedad de la situación, según los expertos, pone en riesgo al conjunto del sistema bancario y al propio Estado español, cuyos avales a las entidades financieras superan los 133 mil millones de euros.
Rajoy y el derechista PP se niegan a abrir una comisión de investigación, a indagar las razones –o al menos hacerlo públicamente– de la quiebra de la entidad financiera, así a como deslindar responsabilidades tanto en los órganos reguladores como en los propios ejecutivos de Bankia, que hasta hace unas semanas estaba presidida por Rodrigo Rato, ex vicepresidente económico del gobierno de José María Aznar (1996-2004) y ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El reclamo ciudadano y de la mayoría de los partidos políticos con representación parlamentaria no sirvió para que el Ejecutivo español accediera a actuar con transparencia en la inyección millonaria para el rescate de Bankia, así como para conocer las razones de la quiebra y del supuesto fraude contable que le permitió, entre otras cosas, empezar a cotizar en bolsa hace un año, al declarar un beneficio del grupo de 41 millones de euros, cuando en realidad había registrado pérdidas por más de 3 mil millones, según se supo ahora.
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La gráfica del índice Ibex lo dice todo. Ayer, durante la jornada en la Bolsa de MadridFoto Reuters
Las dudas suscitadas por la quiebra de Bankia obligó al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, a solicitar, a petición propia, una comparecencia en el Parlamento para detallar su actuación y, probablemente, presentar los informes técnicos que avalaron la cotización en bolsa del grupo financiero.
Pero también el PP y el gobierno de Rajoy decidieron bloquear la declaración, a pesar de que estaba programada en la subcomisión de seguimiento del FROB y sería a puerta cerrada. El argumento del gobierno es que sería contraproducente la comparecencia de la máxima autoridad financiera y bancaria del país, ya que alentaría la confrontación política.
La tensión y las discrepancias entre el gobierno de Rajoy y el Banco de España han llegado a tal extremo que Fernández Ordóñez decidió tirar la toalla y presentar su renuncia, que se hará efectiva el próximo 11 de junio, un mes antes de la fecha prevista para su salida. La decisión se hizo pública después de una reunión del gobernador con el mandatario español, quien ya había cuestionado varias veces su actuación.
El presidente del gobierno ha entendido que esta decisión favorece una transición ágil y eficiente en el puesto de gobernador y servirá para que el Banco de España siga aportando su conocimiento y profesionalidad en la resolución de los problemas de nuestra economía y su sistema bancario, explicó en el comunicado de su renuncia.
Mientras atizan los conflictos políticos y financieros en la cúspide del poder, el mercado bursátil continúa su espiral de pérdidas, sobre todo arrastrada por Bankia, que sólo hoy añadió un 13 por ciento de pérdida de su valor, así como del resto del sistema bancario y de la petrolera Repsol, muy castigada por los inversionistas desde la expropiación de YPF por el incumplimiento de acuerdos con el Estado argentino.
Además, para completar el pésimo diagnóstico de la economía española, la prima de riesgo se mantuvo en 511 puntos, su máximo histórico y una de las peor situadas de la Unión Europea (UE), sólo superada por Grecia, Portugal e Irlanda.

La generación de Venus.

“When the Moon is in the seventh house…”
Claudio Lomnitz
E
s el comienzo inolvidable de la canción de Hair dedicada a la Era de Acuario. Al movimiento de paz que los jóvenes de los años sesenta vivieron como si fuera expresión de una nueva alineación planetaria.
Hoy estamos en otro umbral: un mundo lleno de nubarrones y necesitado de iniciativas, a las que responden las pulsiones creativas de la juventud con nuevos y buenos augurios. Y como sucedió en los años sesenta, parece que esta nueva era se manifiesta también en los astros:
El próximo martes, 5 de junio, el planeta Venus pasará frente al disco del Sol. El movimiento de los 132 tiene ya su signo celeste.
El paso de Venus se da en pares (separados por ocho años), y luego se salta ciento y pocos años hasta el próximo par. La última vez que se dio fue en 1874, y la próxima será en 2117.
No soy astrólogo, y no sabría decir lo que significa el fenómeno desde ese punto de vista, pero como historiador, me parece un buen signo, y muy a propósito para la nueva generación. Obviamente, por el lado poético, el hecho de que Venus, diosa del amor, tape al Sol no es poca cosa.
Pero ya como historiador, el signo es todavía más sugerente. Desde inicios del siglo XVIII se calculó que el paso de Venus por el Sol brindaría una rara oportunidad para medir la distancia que separa la Tierra del Sol. La penúltima vez que hubo paso de Venus frente al Sol, en 1769, la Royal Society de Inglaterra organizó una expedición para hacer las observaciones. Dirigida por el famoso capitán James Cook, la comisión científica incursionó en los mares del sur, y descubrió Hawai, Nueva Zelanda y Australia. En ese caso también hubo unión entre ciencia y erotismo, en las famosas recepciones que las mujeres hawaianas les dieron a los marinos ingleses, así como también en el sabroso banquete que se dieron con el capitán Cook (se dice que se lo comieron).
En el siglo XIX, el paso de Venus fue ocasión de la primera misión científica internacional de México, nombrada por el presidente Sebastián Lerdo de Tejada. La pequeña comisión de cinco científicos, dirigida por el doctor Francisco Díaz Covarrubias, emprendió camino a Yokohama, Japón, para hacer sus observaciones. El ingeniero Francisco Bulnes hizo doble función de matemático y cronista. Tenía entonces apenas 25 años, y dejó una deliciosa memoria de viaje.
Fue esa una experiencia importante en la historia de México, porque brindó una rara ocasión para observar al mundo a todo lo ancho, y salir de la autoobsesión impuesta por las guerras civiles e intervenciones extranjeras que había asolado al país. Y ese me parece también un buen astro para la generación del 132, tener los ojos bien abiertos –y hacer siempre la crítica desde una mirada mundial.
Así, Bulnes comenzó su crónica hablando del ferrocarril de México a Veracruz, que apenas había sido estrenado, tras de 40 años de intentos fracasados: De tres cosas he oído hablar mucho en mi vida, nos dice, “de la toma de Troya, de la gran revolución de ’89 y del ferrocarril mexicano.”
La crónica del viaje emprendido para observar el tránsito de Venus comienza, entonces, con la relativización de la historia nacional –Bulnes reconoce al ferrocarril mexicano como un mito inflado por una opinión provinciana, que le daba a un hecho tecnológico modesto el relieve cuasi universal que tuvieron la Revolución Francesa o la Guerra de Troya.
Y de Veracruz, el ingeniero Bulnes siguió su viaje desmitificador. En el barco a Cuba, descubrió que los vómitos provocados por el mareo eran un buen antídoto contra la idealización absurda del sexo femenino. La mujer mareada se resistía a ser sublimada: Las mujeres olvidan su actitud ante los hombres y caen de golpe en las miserias humanas, perdiendo sus alas de ángel en las convulsiones de la enfermedad. Lord Byron no hubiera muerto en Grecia, si hace un viaje de mar con Isabel.
La comisión mexicana viajó de Veracruz a Cuba, y de ahí a Filadelfia y Nueva York; cruzó el continente americano en el recién estrenado ferrocarril transoceánico, y navegó a Japón de San Francisco. Toda esa vuelta era más rápida y más segura, que intentar llegar de México a Acapulco, para embarcarse de ahí.
La comisión mexicana tuvo oportunidad de ver la esclavitud de los negros y la bravuconería española en Cuba; la próspera y bizarra sociedad estadunidense; el Japón, que comenzaba su ruta modernizadora tras la restauración del Mikado; la China postrada tras de las guerras del opio impuestas por el imperialismo inglés; Indochina; Ceylán, y Europa.
Es éste el signo que le deseo a la nueva generación de Venus: ver el mundo desde la experiencia mexicana, y desde un entendimiento del mundo, cambiarla. O, como decían los de la generación acuariana: Think global, act local (piensa en lo global, actúa en lo local).

Resistencia juvenil

La resistencia civil del mimeógrafo al ciberespacio
Javier Aranda Luna
A
hora que el movimiento estudiantil #YoSoy132 ha tomado la plaza pública del ciberespacio y sus ondas expansivas alcanzaron calles y avenidas, conviene acercarse, me parece, a ese libro que es muchos libros por las voces que recoge y que publicó Elena Poniatowska hace más de cuatro décadas.
Si uno lee La noche de Tlatelolco en estos días puede entender con claridad por qué su autora asegura que los jóvenes de hoy son los de 1968.
Unos y otros han querido ser escuchados. Unos y otros –los de entonces con mimeógrafo y los de ahora con las redes sociales– han dicho su verdad para contraponerla a la verdad oficial, a esa verdad de la clase política tan llena de grandes frases y tan pobre de realidad. Clase que ya no monopoliza un solo partido sino varios que, lo hemos visto, van de una asociación política a otra.
También hoy como entonces han surgido las voces que los acusan de ser porros, revoltosos, fascistas, títeres manipulados por algún partido político. Ante afirmaciones tan contundentes uno esperaría pruebas rotundas y no el tartamudeo que apenas hilvanan las voces que pretenden descalificar a los miembros de ese movimiento.
En el material fotográfico de La noche de Tlatelolco y en los testimonios de ese gran coro que nos cuenta la historia de esos días terribles, podemos leer respuestas idénticas a las que hoy publican estudiantes de la Ibero, del Itam, de la Anahuac, de la UNAM, del Politécnico en sus muros, en sus blogs o en sus cuentas de Twiter: No somos porros, somos estudiantes.
Octavio Paz vio en los acontecimientos del 1968 una crisis política, social y moral que, al parecer, no ha sido resuelta. Crisis que surge de la creencia de la clase política de que ella, y sólo ella, encarna la totalidad de México.
¿No suena ridículo que los legisladores ofrezcan su foro a los estudiantes para ser escuchados? ¿Desde cuándo no escuchan a sus representados? ¿Desde cuándo dejaron de oír sus demandas por escuchar sólo la voz de sus partidos? ¿Tan divorciada de la sociedad se encuentra nuestra clase política?
La simulación no pude seguir siendo la forma de hacer política en México.
Lo dicen las consignas de hace más de cuatro décadas y las que encuentro ahora en las redes sociales: Con grandes mentiras no se resuelven los grandes problemas. Se puede hacer política y ser apartidista.
La sordera, la ceguera, la tentación autoritaria no son los mejores aliados para dirigir un país. O no por lo menos un país democrático.
El movimiento estudiantil de 1968 fue el parteaguas que sirvió para impulsar –a un costo terrible–, el proceso democrático en nuestro país. El movimiento estudiantil #YoSoy132, nos está haciendo ver que la crisis política, social y moral de entonces no ha sido resuelta del todo con la alternancia en el poder. No es posible seguir poniendo vino nuevo en viejos recipientes. No es posible seguir pensando a la democracia como un recurso retórico y no como ingrediente fundamental de la vida pública. La democracia parte del diálogo, del intercambio, del escuchar la voz del otro en vivo o en el ciberespacio.

martes, 29 de mayo de 2012

Por qué España es diferente.

Por qué España es diferente

El autor sostiene que el relato de lo que está sucediendo está lleno de agujeros

¡Qué razón tenía Fraga! Somos diferentes. Aquí no hay responsables concretos de que la mitad del sistema financiero esté comprendido en la categoría de bonos basura, o que casi 800.000 millones de activos depositados en las entidades bancarias figuren bajo esa calificación de las agencias de riesgos. Aquí no se necesitan comisiones de investigación ni comparecencias públicas porque los culpables son la recesión, el desempleo, el crecimiento de la morosidad, la profundización de la crisis inmobiliaria, las dificultades de acceder a los mercados de financiación mayorista, el riesgo país o incluso los sistemas de contabilidad que permiten que una entidad pase de unos beneficios de 300 millones de euros a unas pérdidas de 3.000 millones en apenas 10 días.
Y sin embargo, alguno de los administradores del dinero público habrá de explicar alguna vez lo inexplicable. El pasado 20 de julio, Bankia salía a Bolsa. En la Red se encuentra todavía la intervención de su presidente, Rodrigo Rato, sobre una operación que afectaba, en principio, a 347.000 nuevos accionistas individuales y a 280 accionistas institucionales: “La salida al mercado de Bankia es un punto de referencia de la economía española y del sector financiero español (…) La salida a Bolsa solo es el principio de lo que tiene que llegar (…) Las autoridades de las comunidades autónomas han favorecido siempre este proceso…”. 10 meses después, la cuarta entidad financiera española está nacionalizada, hay que inyectarle más de 23.000 millones de dinero público para que siga pedaleando y muchos de esos accionistas se han arruinado.
No hay que irse tan lejos como julio de 2011 para intentar un relato hasta ahora lleno de agujeros. Hace apenas unas semanas el presidente de Gobierno y de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, Mariano Rajoy, declaraba que no habría dinero público para la banca en dificultades; poco después, en sede parlamentaria, su ministro de Economía decía que el dinero público para la banca no superaría los 15.000 millones que había puesto el Ejecutivo de Zapatero. El nuevo presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, le desdecía el pasado sábado cuando estimaba las muletas públicas, solo a esta entidad, en casi 24.000 millones (casi dos veces y media el monto de los últimos recortes a la sanidad y la educación) y volvía a contradecir al Ejecutivo, esta vez a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que apenas 24 horas antes, al explicar los contenidos del último Consejo de Ministros, afirmó que estas ayudas eran préstamos a devolver. Goirigolzarri subrayó que de préstamos nada, que son inyecciones de capital a fondo perdido.
No es de extrañar que la declaración solemne de Rajoy en Bruselas, al acudir a la cumbre con sus homólogos europeos —“España no tiene interés ni intención, a fecha de hoy, de acudir a un rescate europeo para los bancos españoles”— goce de la incredulidad general y enfatice una vez más la sistemática improvisación del Ejecutivo en este asunto. El Gobierno siempre por detrás de la realidad. ¿Puede alguien explicar, más allá de las generalidades conocidas, dónde estamos, qué ha pasado en Bankia, por qué tantos bandazos, si es verdad que ya no va a haber subasta de las entidades nacionalizadas porque ningún comprador se fía de lo que hay en sus tripas, y si burla burlando, por efecto de todo ello, España va a disponer de una banca pública mayor de la que hubo nunca, con un Gobierno de derechas? ¿Comparte el Gobierno el diagnóstico del Instituto de Finanzas Internacionales (el lobby de la banca internacional) de que las entidades españolas requerirán 260.000 millones en pérdidas potenciales, y entre 50.000 y 60.000 millones más de capital? De los dos modelos de intervención europea (Grecia por su deuda pública e Irlanda por su deuda bancaria), España empieza a sonar más a la segunda que a la primera, por una relación cada vez mayor entre su riesgo bancario y su riesgo soberano.
¿Merecen la opinión pública y sus representantes parlamentarios el sistemático tancredismo explicativo gubernamental?¿Por qué sale en conferencia de prensa el presidente de Bankia y no el de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, si Bankia solo supone el 10% de la cuota de mercado y, según el FMI, es el 30% del sistema financiero el que está enfermo?

La fruta elimina toxinas.

Comer para eliminar las toxinas

Prueba a energizar tu cuerpo y tu mente con una limpieza general.

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La fruta puede ser un gran desintoxicante.
Imagínate por unos momentos que eres una flor. Suena raro, pero créetelo. Esta flor ha estado recogida todo el invierno, esperando que salga el sol y aumenten las temperaturas para florecer de nuevo. Lo extraño es que, cuando el sol finalmente llega, no creces. De hecho, estás alicaído. Resulta que el agua de donde beben tus raíces está lleno de toxinas. ¿Qué es lo que necesitas? Desintoxicarte, señala Peter Blumenauer, cofundador del programa Clear the toxins.
A los humanos las toxinas nos llegan a través de la comida, el agua y el aire, los canales por donde llegan pesticidas, estimulantes o metales pasados, entre otras sustancias tóxicas, dice Blumenauer. El propio cuerpo también genera toxinas –los desperdicios metabólicos–, un proceso natural de la digestión y la respiración.
Aunque venimos equipados de serie con mecanismos para eliminar las toxinas, demasiado azúcar, cafeína y comidas procesadas, poco ejercicio y estrés, entre otros factores, ralentizan nuestra capacidad natural de eliminación. ¿Cómo saberlo? La falta de energía, el agotamiento, las ojeras, la piel reseca o acumulación de líquidos son algunos de los síntomas de que el organismo tiene un exceso de toxinas.
“Hay un desconocimiento generalizado sobre las sustancias y alimentos que nos intoxican”, señala Marta Herce, experta en alimentación energética y natural en cuyos consejos basamos esta guía. “Muchas veces nos duele la cabeza o estamos cansados y no nos darnos cuenta de que ese malestar podría haber sido provocado por lo que hemos comido o bebido hace dos horas.” La falta de conciencia y de sensibilidad, señala Herce, impiden relacionar el cansancio o la inestabilidad emocional con el azúcar, o la agresividad con la carne, por ejemplo.

Herce recomienda mantener un programa de depuración durante 21 días, el tiempo que tardamos en establecer nuevos hábitos. Pasado ese tiempo, quizás podamos mantener parte de esas buenas costumbres.
De acuerdo con Herce, un programa de depuración se apoya en tres pilares:
1. Eliminar la fuente de toxinas
- Evitar todos los alimentos procesados y con toxicidad. La lista es larga. Entre los principales culpables, se encuentran: azúcares refinados de todas clases (blanco, moreno, de caña…); endulzantes muy concentrados (miel, sirope de arce…); endulzantes refinados (mermeladas con azúcar, chocolate, sacarinas, fructosa…) ; pastelería; estimulantes (cafés, tés, bebidas con gas y azúcar, alcohol, coca cola); aceites y grasas saturadas y en exceso (aceite de oliva, nata, crema…); verduras solanáceas (pimientos, berenjenas, patatas, tomates, espinacas…); aditivos (colorantes, aderezos, salsas y aliños comerciales…); exceso de picantes y vinagres; leche y productos lácteos; productos animales (carnes rojas, embutidos, aves, huevos…); horneados (pan, bollería…especialmente con harina blanca); comidas preparadas; aperitivos y platos muy salados; ahumados; alimentos enlatados; pescado de piscifactorías con mucha toxicidad como lubina, dorada, rodaballo y salmón.
- Consumir alimentos ecológicos, preferiblemente locales y de estación.
- Eliminar malas bacterias en el sistema digestivo y potenciar nuestra flora. ¿Cómo? Presta atención a dos cosas:
Prebióticos, las fibras hidrosolubles de la fruta y de la verdura que nutren las bacterias “buenas”, y promueven tanto el tránsito digestivo como el equilibrio ecológico (Herce recomienda nabos, rabanitos, puerros, espárragos, legumbres, manzana, etc.). Es importante la masticación.
Probióticos: cepas de bacterias selectas y beneficiosas para nuestra salud. Estas bacterias producen nutrientes para nuestras células de las mucosas digestivas y promueven la defensa del sistema inmune.
2. Integrar alimentos saludables y restaurar lo que falta
- Consumir alimentos ricos en nutrientes con fibra, vitaminas y minerales/oligoelementos (verduras, cereales integrales, frutas, semillas y aceites de primera prensada, frutos secos hidratados, legumbres, pescado y algas)
- Cereales integrales (quinoa, mijo y arroz integral, por ejemplo).
- Variedad de leguminosas como lentejas, judías (las azukis y judías con forma de riñón son muy aconsejables).
- Verduras de raíz (como zanahoria, cebolla, nabo), redondas (como la calabaza, col blanca, col verde, coliflor) y de verdes (canónigos, alcachofa, apio).
- Alga (arame, nori, kombu). Son muy importantes para remineralizar y depurar.
- Incluir en las comidas semillas como sésamo, girasol o calabaza, fuente de aceites esenciales omega 3 y vitamina E. Recomendables para un buen funcionamiento de los órganos, sistema circulatorio, pelo y piel.
- Frutos secos (en particular, nueces y almendras hidratadas).

3. Revitalizar
Herce recomienda incorporar una práctica de meditación o yoga, y por supuesto hacer ejercicio y dormir un número suficiente de horas. También recomienda los drenajes linfáticos.
Conviene incrementar a diario los alimentos que ayudan a depurar como: Rabanitos y nabos; champiñones y toda clase de setas; zanahorias, remolacha, pepino; verduras de hojas verdes frondosas e intensas como la col verde, brócoli, puerros, apio, borraja o berros cocinadas ligeramente. Utilizar a menudo jengibre fresco, ajo y especies, y también verduras depurativas como alcachofas, espárragos, remolacha, endivias, hinojo y apio.
Herce señala que las frutas y los zumos son importantes para depurar pero no recomienda una cura de frutas. “Sus efectos extremos afectarán a nuestro metabolismo y fuerza digestiva”, señala. Como bebidas depurativas, recomienda la de zanahoria, a la que se puede añadir manzana, apio y unas gotas de limón; manzana y pera y piña.
Como sustituto a la leche de vaca, alta en grasas saturadas, recomienda las bebidas vegetales de arroz, avena y almendra. Otras bebidas apropiadas a la hora de depurar son el té verde (remueve grasas de origen animal); te bancha y el kukicha, convenientes cuando se sigue una dieta de adelgazamiento porque ayudan a la digestión de las grasas. Otras bebidas: infusión de diente de león; infusiones de menta, anís, hinojo, manzanilla y, por supuesto, agua. Es aconsejable beber de 1,5 a 2 litros.
Herce recomienda cocinar sin demasiadas mezclas, cenar temprano y, sobre todo, prestar atención a lo que se come, una parte crucial del proceso.
Sugerencias para elaborar un menú detox
Desayunos. Comienza con un vaso de agua con un poquito de limón para tonificar el hígado. Media hora después, puedes tomar una infusión. Una buena idea es desayunar una crema de cereales integrales (de mijo, quinoa o arroz); sopa de miso o licuado de verduras depurativas.

Media mañana
. Tiras de verduras como zanahoria o apio; frutos secos (nueces o almendras); Alga Nori tostada (puede tomarse cuando apetezca a lo largo del día) o algo de fruta.

Comida
. Incluir una sopa (tonifican la digestión) Por ejemplo, de miso. La fórmula es esta: 25 por ciento de proteína vegetal (legumbre o tofu) o pescado. 25 por ciento de cereal integral (arroz integral, quinoa o mijo). 50 por ciento de verdura de raíz, redonda y hoja verde.

Media tarde
. Compota de frutas o licuado de verduras o frutas

Cena
. Temprano, para que dé tiempo a hacer la digestión. Crema de verduras de raíz o redondas (son ideales para por la noche porque relajan) o de verduras verdes. O sopas con miso blanco, algas y verduras de raíz, redondas y verdes. Cereal integral. Proteína (recomendable por la noche vegetal, mejor que pescado).
Y de postre, repetir 20 veces el mantra: “que tu alimento sea tu medicina”.

PRI; neonato envejecido.

PRI: el neonato envejecido
Luis Hernández Navarro
B
astaron dos semanas de protestas estudiantiles para que el nuevo PRI mostrara su vejez. Las marchas de los jóvenes develaron la falsedad de la renovación tricolor y su candidato a la Presidencia. El movimiento #YoSoy132 puso al descubierto el fundado temor de una parte importante de la sociedad mexicana ante el regreso del tricolor y sus viejas formas de hacer política, asociadas todas al autoritarismo presidencial.
La reacción de Pedro Joaquín Coldwell, presidente del PRI, y del senador Arturo Escobar y Vega, su aliado del Partido Verde, intentando descalificar la legitimidad de las protestas estudiantiles en la Universidad Iberoamericana, mostraron que el partido continúa anclado a las viejas prácticas y que el discurso del nuevo PRI no es sino un recurso retórico vacío y demagógico.
Enrique Peña Nieto intenta convencer de que el nuevo PRI no va a resucitar viejas formas de hacer política, que ya están sepultadas. Es momento de romper con el pasado, aseguró el 25 de mayo. Sin embargo, ni hay caras nuevas en el partido ni mucho menos se ha emprendido su reforma desde el interior.
Ante la protesta, los tecnócratas que controlan los contenidos de la campaña han mostrado no sólo falta de reflejos, sino muy poca imaginación política. Creyeron que la acción combinada de televisoras, encuestas, intelectuales mediáticos e intereses empresariales era suficiente para ganar la Presidencia. Ahora, frente a un movimiento que se declara simultáneamente político y apartidista y que cuestiona frontalmente su modelo de hacer política, navegan a la deriva.
El decálogo-manifiesto para una presidencia democrática que el equipo de campaña del candidato se sacó de la manga como reacción ante las protestas estudiantiles, y que no es sino el refrito de libertades contenidas en la Constitución, habla de la debilidad ideológica y programática del PRI. La pobreza teórica del documento camina de la mano de la precariedad del vocabulario de Peña Nieto. En sus intervenciones públicas, el aspirante a la primera magistratura es incapaz de utilizar más de 500 palabras distintas.
Para algunos analistas cercanos al tricolor, la renovación del partido proviene de tres vertientes diversas. La primera es la ascendencia de una nueva generación de tecnoburócratas, jóvenes funcionarios formados en la Ivy League o en universidades estadunidenses de excelencia, estrechamente vinculados a los intereses del capital financiero. La segunda es la autonomía de sus gobernadores, facilitada por 12 años de gobiernos panistas. La última –y la que más se divulga en la opinión pública– es el surgimiento y empoderamiento de una nueva camada de políticos, cuya expresión más acabada es que un joven gobernador, por primera vez, haya ganado la candidatura presidencial.
Esta tesis, que confunde la capacidad de renovación de un partido político con la edad de sus candidatos, fue defendida por el mismo Enrique Peña Nieto en su participación en el programa Tercer grado, de Televisa. Cuando le preguntaron por ejemplos concretos del nuevo PRI, no hizo alusión a alguna reforma partidaria o a algún proceso renovador en su organización, sino a la juventud de sus colegas gobernadores de Quintana Roo, Roberto Borge; de Veracruz, Javier Duarte; de Chihuahua, César Duarte, y hasta el de Campeche, Fernando Ortega Barnés, que rebasa los 50 años.
¡Como si la edad fuera garantía de modernidad! En el PRI, los líderes jóvenes resultan ser, en esencia, copia fiel de sus ancestros. No en balde resulta tan certera una frase atribuida al hoy caído en desgracia y ejemplo del nuevo PRI Tomás Yarrington: Los dinosaurios no se hacen, nacen; son dinosaurios desde chiquitos.
El propio ex gobernador del estado de México es producto de la escuela de Isidro Fabela, continuada por Carlos Hank González y seguida sin cambio alguno hasta Arturo Montiel, su tío y protector. Todos forman parte del PRI del viejo sistema, el único realmente existente.
A pesar de tener tan sólo 45 años y comportarse como galán de telenovela, Peña Nieto es un viejo prematuro. Su lenguaje corporal, su propuesta de gobierno, sus reflejos políticos huelen a rancio. Sus desplantes autoritarios en la Universidad Iberoamericana a la hora de justificar la represión de Atenco (que provocó la muerte a manos de la policía del niño Javier Cortés, de 14 años, y del joven de 20 años Ollin Alexis Benhumea; violaciones sexuales de mujeres y hombres y todo tipo de arbitrariedades jurídicas) lo muestran como una versión renacida de Gustavo Díaz Ordaz.
Para ver qué tanto se ha renovado el PRI basta revisar la lista de sus candidatos plurinominales al Senado. No hay allí ninguna cara nueva. La lista no tiene desperdicio: el hombre de los intereses, Emilio Antonio Gamboa Patrón; el sempiterno líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps; el inamovible cacique de los trabajadores al servicio del estado, Joel Ayala Almeida; el heredero del zar de la basura, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
Los priístas se sorprenden del rechazo juvenil a la posibilidad de que el tricolor retorne al poder. Los intelectuales mediáticos desestiman el alcance y la profundidad del malestar estudiantil esgrimiendo como argumento la supuesta infalibilidad de las encuestas que señalan como puntero al mexiquense. Pero ni unos ni otros son capaces de explicar dónde está lo novedoso del nuevo PRI. Ambos callan que el partido no ha experimentado el mínimo proceso de reforma, no ha hecho el menor esfuerzo por renovarse.
Miles de jóvenes no se tragan el anzuelo del nuevo PRI. No quieren al partido. Deploran el contubernio de las televisoras con el candidato del tricolor a la Presidencia de la República. Les parece deplorable. No ven en él a un político con el que se identifiquen generacionalmente, sino a un personaje artificial creado por el Canal de las Estrellas para favorecer sus intereses. No consideran que sea la figura política capaz de encabezar el cambio, sino el principal promotor de la restauración autoritaria. Peña Nieto es para ellos un neonato envejecido. Tienen toda la razón.

El horror en Siria.

Pronto olvidaremos el nuevo horror en Siria
Robert Fiskashar Assad saldrá indemne de ésta. Como salió de Deraa. Y de Homs. Saldrá indemne de Hula. Lo mismo pasará con la oposición armada al régimen, y con Al Qaeda y cualquier otro grupo que se sume a la tragedia de Siria. Sí, tal vez éste sea el momento crítico, el punto de quiebre del horror, cuando el colapso baazista se vuelva inevitable, más que probable.
Y sí, puede ser que el querido William Hague, ministro británico del Exterior, esté absolutamente horrorizado. La ONU también. Todos lo estamos. Pero un centenar de Hulas tapizan Medio Oriente, con sus niños muertos apilados entre las estadísticas, con cuchillos, cuerdas y rifles entre las armas homicidas.
¿Y qué si los soldados de Assad dejaron que la milicia alauita les hiciera el trabajo sucio? ¿Acaso el FLN argelino no usó a las unidades de la guardia de la patria para asesinar a sus opositores en la década de 1990? ¿Kadafi no empleó el año pasado a sus leales milicianos, y Mubarak a sus drogados ex policías, los baltagi, para arrasar a los opositores al régimen? ¿Acaso Israel no se valió de sus aliados falangistas libaneses para intimidar y dar muerte a sus opositores en Líbano? ¿No fue todo eso también gobernar asesinando? Y, pensándolo bien, ¿no fueron las fuerzas especiales de Rifaat, el tío de Bashar Assad, las que masacraron a los insurgentes de Hama en 1982? (No digan esto en voz muy alta, porque Rifaat se la vive ahora entre París y Londres.) Entonces, ¿quién cree que Bashar no puede salir indemne de Hula?
El paralelismo con Argelia es estremecedor. Los líderes corruptos del ELN querían una democracia, hasta organizaron elecciones. Pero una vez que quedó claro que la oposición islamita –el infortunado Frente Islámico de Salvación– vencería, el gobierno declaró la guerra a los terroristas que intentaban destruir a Argelia. Sitiaron aldeas, bombardearon ciudades –todo en nombre del combate al terror– hasta que la oposición dio en masacrar civiles en torno a Blida, miles de ellos: bebés con la garganta rebanada, mujeres violadas. Y luego resultó que el ejército argelino también participó en las matanzas. Donde dice Hula lean Bentalha, lugar que todos hemos olvidado, como olvidaremos Hula también.
Y nosotros los occidentales bufamos y resoplamos, y llamamos a los dos bandos en Argelia a mostrar contención, pero queríamos estabilidad en la antigua colonia francesa –no olvidemos que Siria es un antiguo territorio bajo mandato francés–, y estábamos muy preocupados de que insurgentes estilo Al Qaeda se adueñaran de Argelia, así que al final Estados Unidos apoyó a los militares argelinos del mismo modo que los rusos apoyan hoy a los militares sirios. Y el FLN salió indemne luego de 200 mil muertos, comparados con los apenas 100 mil que ha producido hasta ahora la guerra en Siria.
Y vale la pena recordar que, enfrentados a la insurrección de la década de 1990, los argelinos buscaron con desesperación países a los cuales acudir en busca de consejo. Escogieron Siria, entonces bajo el imperio de Hafez Assad, y enviaron una delegación militar a Damasco para aprender cómo el régimen destruyó Hama en 1982. Ahora los estadunidenses –que hace seis meses presentaban característicamente a Bashar como un muerto en vida– prefieren un final tipo Yemen a la guerra en Siria, como si la crisis yemení no fuera lo bastante sangrienta de por sí. Pero remplazar a Assad con un asesino de la misma ralea (la solución de Sanaa) no es algo que los sirios estén dispuestos a aceptar.
Sí, es una guerra civil. Y sí, Hula podría ser el punto de quiebre. Y ahora la ONU es testigo. Pero el partido Baaz tiene raíces más profundas que la sangre –pregunten a cualquier libanés– y nosotros en Occidente pronto nos olvidaremos de Hula, cuando otra imagen de muerte en YouTube aparezca en nuestras pantallas desde la campiña siria. O desde Yemen. O desde la próxima revolución.